“Es el guitarrista que mejor comprendió todo lo que yo escribí, tal vez porque es el más tanguero de los tres”, dijo Astor Piazzolla sobre Horacio Malvicino, quien integró sus distintas formaciones a lo largo de los años. Los otros dos guitarristas eran Cacho Tirao y Oscar López Ruiz.
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En esta formidable celebración internacional del centenario del gran Piazzolla el nombre de Horacio Malvicino adquirió la debida relevancia de su participación en el fenómeno que transformó definitivamente la música argentina y no solo en el tango. Lo cierto es que Malvicino es un hombre de jazz, más aún, es considerado el pionero del jazz moderno en la Argentina y el primer guitarrista local de bebop.
En la década del ’60, Malvicino tocaba con su quinteto en el auditorio de la radio Ciudad de Buenos Aires, donde también había músicos como Enrique Mono Villegas y Horacio Salgán. El sello Melopea grabó esos encuentros en el disco Horacio Malvicino Jazz Quinteto. “Eran audiciones cortas, de diez o quince minutos, con un público enorme. [...] Todo improvisado, por supuesto, como corresponde al jazz. Nos conocíamos tanto que de solo mirarnos ya sabíamos lo que iba a pasar. Era como jugar en la delantera de la Selección”.
Horacio Malvicino nació en Concordia, provincia de Entre Ríos. A los dieciocho años llegó a Buenos Aires y se puso en contacto con músicos como el Gato Barbieri, Lalo Schifrin y el Mono Villegas. Tocaban en el Bop Club del barrio de Congreso y fue ahí donde Piazzolla lo escuchó y lo invitó a integrar el Octeto Buenos Aires. “Tuve la suerte de que el Tano (Piazzolla) me llamara cada vez que se le ocurría. Entré y salí diez veces de sus agrupaciones tangueras”, recordó hace un tiempo.
Pero lo suyo era la guitarra eléctrica, el instrumento que generó la mayor controversia y el músico recibía frecuentes amenazas y tomatazos en los tiempos en que todavía se discutía a Piazzolla. Malvicino musicalizó una enorme cantidad de películas y según contó en una entrevista, es un gran aficionado a la medicina. Comenzó a estudiar a los 17 años pero pronto tuvo que salir a trabajar para pagar la pensión en la que vivía. Y salió a buscar trabajo con la guitarra en la mano. El primer lugar que consiguió fue en Radio Splendid.
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Publicó quince discos con Astor Piazzolla y dos propios. Toca jazz, bebop, bossa nova y jazz latino. Hoy es el presidente de la Asociación Argentina de Intérpretes, escribe música y con 91 años estudia dos horas diarias la guitarra. Un grande.
