El tigre de Malasia, tal vez una de las especies más conocidas de esta clase de grandes felinos y que solían estar cautivos en los antiguos zoológicos, están cerca de extinguirse en tan sólo dos o tres años.
Según el Dr. Mark Rayan Darmaraj de la WWF-Malasia, si bien a mediados de 1900 existían aproximadamente 3000 ejemplares, se estima que quedan actualmente menos de 200 en estado silvestre.
Esta dramática situación para la especie se debe en gran parte a la caza furtiva. Muchos lo atesoran como objeto de decoración y exhiben en sus casas la cabeza como trofeo y el pelaje como alfombra.
Pero no es la única causa. Debido a la demanda de partes del cuerpo de estos animales para su uso en la medicina china, el número de cazadores ilegales indochinos ha aumentado en los últimos años.
Esto trae aparejado que de no ser controlados por políticas medioambientales, podrían desaparecer poblaciones enteras de estos felinos y la especie sería cosa del pasado.
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De hecho, la vertiginosa caída en la cantidad de ejemplares los posicionó en la Lista Roja de la INCU (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), bajo la etiqueta de “en peligro crítico”.
Si bien se establecieron equipos de patrullaje alrededor de los pueblos indígenas que se ubican en Belum-Temengor, sitio donde habitan los tigres, no se llega a dar abasto dado los constantes asedios causados también por el tráfico ilegal de vida silvestre.
Desde 2014 hasta la actualidad se han logrado eliminar más de 300 trampas y se han registrado más de mil viejos sitios donde se emplazaban los artificios de caza. Sin embargo, aún no es suficiente para parar esta matanza de tigres.
Difícil de reproducir
Los tigres de Malasia viven en algunas áreas de la península de Malaca, en Malasia y Tailandia. Sus poblaciones tienen densidades muy bajas, debido a que hay pocas presas en esos lugares. Su dieta se basa en ciervos y ganado, ya sean venados, jabalíes, cabras, tapires. Incluso también cazan crías de animales grandes como rinocerontes, osos y hasta elefantes. Esto también ocasiona que sean asesinados por los residentes locales ya que las bestias se alimentan de su rebaño.
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Si bien puede cazar en grupo, siendo adulto lleva una vida solitaria. Además, para mantener las comunidades viables de esta especie se necesitan como mínimo seis hembras reproductoras. Su gestación dura de 100 a 110 días y da luz hasta 5 cachorros. La madre cuida de ellos hasta los 18 meses de edad que es cuando adquieren su independencia total.
