Las imágenes quedarán para siempre entre las páginas más vergonzosas de la pandemia. Un padre desesperado cargó en brazos a su hija de 12 años, enferma de cáncer, para poder regresar a su casa en Santiago del Estero en el límite provincial con la vecina Tucumán.
La niña, Milagros Abigail Jiménez, que murió este domingo, se aferra a su padre, Diego, que primero la carga, la saca de su automóvil y comienza a caminar rumbo a la frontera después que un bloqueo policial le impidiera avanzar.
Era el 20 de noviembre de 2020 cuando el oficial Williams Sosa, por orden de sus superiores, le prohibió el paso en el área limítrofe, una política tomada por algunos gobernadores con el fin de detener los contagios y que provocó duras críticas. Los efectivos le exigían una autorización del Comité de Emergencia local.
La familia volvía de acompañar a la nena a una consulta médica en Tucumán, donde cursaba un tratamiento contra el cáncer en el Hospital de Niños de esa provincia. Entonces esperaron dos horas en el puesto de control del paso fronterizo en Las Termas para seguir su viaje.
“Paso siempre, no me podés hacer esto”, le rogaba el padre a la autoridad policial. Abigail, en brazos de su padre, lloraba en forma desconsolada.
Cómo sucedieron los hechos
Su mamá, Carmen, contó que llegaron a Tucumán a las 8 de la mañana, fueron al centro de salud y más tarde a la Terminal, donde les tomaron los datos. “Luego pagamos el peaje y cuando quisimos entrar a Las Termas, el oficial nos pedía un pase de emergencia. Mi hija lloraba y estaba con un shock de nervios”, dijo la mujer.
“Solo le pedía (al policía) que nos deje ingresar porque ya hacía bastante calor y encima estaba lleno de moscas e insectos”, contó. El temor más grande era que a su hija se le infectara una herida que tenía en la pierna.
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Ante el llanto de Abigail, su papá decidió entonces abandonar el auto, tomar a su hija en brazos e ingresar a pie a la provincia. “No tenés corazón, hermano”, le reprochó Carmen al policía. La familia debió caminar cinco kilómetros hasta que un funcionario municipal los vio y los llevó hasta la puerta de su casa.
“Fue un dolor muy grande ver cómo lloraba y que la Policía no tenga nada de piedad”, dijo la mamá de Abigail.
El video pronto se viralizó en las redes sociales y se divulgó por todo el país. Un dibujo del padre de espaldas cargando a su hija se convirtió pronto en un símbolo que fue compartido por políticos y famosos durante varios días.
Cuarentena y disculpas
Pero la odisea de la familia no terminó allí. Más tarde, cuatro patrulleros fueron hasta su casa para notificarlos de que no podrán salir por 15 días, en cumplimiento de la cuarentena obligatoria por coronavirus.
Fue un dolor muy grande ver a Milagros cómo lloraba y que la Policía no tenga nada de piedad
La difusión del video derivó en un escándalo nacional. El gobernador Gerardo Zamora pidió disculpas públicas, pero ya era tarde. La indignación había ganado a todo el país. Luego, un avión sanitario la fue a buscar de urgencia para llevarla a Buenos Aires para seguir su tratamiendo. Parecía que la nena había mejorado en las últimas semanas, e incluso la familia hablaba de un “milagro”. Hasta pudo pasar las fiestas de fin de año con su familia.
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La nena padecía un cáncer óseo en su pierna izquierda, sarcoma de Ewing, que se genera en los huesos o en el tejido blando alrededor de los huesos. Hacía cinco años que se sometía a un tratamiento en el Hospital del Niño Jesús en Tucumán por esta enfermedad. A causa de ese raro cáncer debió ser sometida a un trasplante de fémur a los 6 años, pero luego reapareció en el tejido blando de una de sus piernas.
