Si siempre usaste la maquinita de afeitar pero estás cansada de que a los pocos días te aparezcan granitos, y querés empezar a depilarte con cera, es importante tener en cuenta algunos aspectos.
La cera caliente es uno de los métodos de depilación más eficaces porque el calor abre los poros de la piel y permite que el vello salga con más facilidad desde la raíz, lo que hace que durante algunas semanas no vuelva a crecer. Además, con el uso constante, el pelo crece más fino, por lo que es más fácil arrancarlo y el efecto es más duradero.
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Sin embargo, y si no estás acostumbrada, puede, sobre todo en las primeras veces, ser un poco molesto dado que los pelos son arrancados de un tirón fuerte y esto puede ocasionar dolor e irritaciones, especialmente en algunas zonas sensibles como el cavado.
Hoy en día existen muchísimos productos para hacerlo en casa. Ceras para calentar en el microondas, roll-on, con bandas autoadhesivas. Solo tenés que elegir la que más te guste y probar. Primero hacelo en una pequeña zona y si lo tolerás, podés ir colocándola en las áreas que querés depilarte. Tomá la precaución de colocar una toalla vieja o algún papel debajo para no manchar.
Algunas recomendaciones
Unos días antes de la depilación, exfoliá tu piel. Ya sea con una crema o con una mezcla de azúcar y unas gotas de agua, necesitás remover todas las impurezas para que la cera se adhiera más y permita extraer el vello desde el folículo, así evitás que se formen pelos enquistados y granitos. No lo hagas el mismo día de la depilación ya que la piel podría estar muy sensible.
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Unas horas antes, aplicá una crema hidratante a base de agua para que el vello salga con mayor facilidad. Pero ojo: no uses cremas grasas porque pueden dificultar que la cera se agarre y por ende no remueva todo el pelo.
No tomes sol dos días antes de la depilación, ya que hace que la piel está más sensible e irritada y con la cera caliente se termine dañando. Tampoco lo hagas a las pocas horas de depilarte dado que corres el riesgo de irritar la zona y perjudicar la recuperación de la piel.
No seas ansiosa: esperá que el vello mida al menos 5 milímetros en las piernas y 6 en las ingles porque si está más corto es muy probable que no lo remueva todo.
Para no quemarte, verificá la temperatura de la cera en el dorso de la mano antes de aplicar sobre el resto de la piel. Dejala unos minutos en la parte del cuerpo que quieras depilar y luego retirá. Te vas a dar cuenta cuándo remover ya que la cera no se pegotea en la mano.
Luego de la depilación, es muy importante hidratar la piel con un producto calmante, como el aloe vera, para que la zona se recupere más rápido y no te quede toda enrojecida.