Las altas temperaturas, como las de hoy, hacen que tengamos ganas de hidratarnos con algo fresco, algo que nos permita quitarnos un poco el calor que nos da el cemento. Por eso, qué mejor que prepararnos un buen tereré, la misma bebida que este jueves fue declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Claro que si bien parece fácil hacerlo, dado que no deja de ser un mate frío, tiene sus trucos.
// La UNESCO declaró al chamamé Patrimonio Cultural de la Humanidad
En primer lugar, se debe colocar la yerba en el mate, que para que conserve mejor el frío sería mejor que esté fabricado en cerámica o en vidrio. Después, sacudimos un poco para eliminar restos de polvillo. Que sea servido en un mate no es una condición fundamental, dado que si no tenés uno a mano también podés usar algún vaso.
Previamente, debemos tener en la heladera o en el freezer el líquido que queremos agregarle. Y si, como dice el refrán “En materia de gustos no hay nada escrito”, en bebidas mucho menos, ya que cada uno le agrega su impronta.
La variante tal vez más tradicional es con agua bien fría. Pero para que tenga otro sabor, además de la yerba, le podemos incorporar saborizantes naturales como algunas hojas de menta, cedrón, boldo o peperina y, si se quiere, algún endulzante, como miel, azúcar o, si te estás cuidando, hasta edulcorante. Por supuesto que incorporarle cubitos de hielo lo va a hacer aún más refrescante.
// El tereré fue declarado Patrimonio de la Humanidad
Otra alternativa es agregarle al agua jugos de pomelo, naranja o limón, que le van a dar un gusto más cítrico, ideal para cortar con la sed en estos días de tanto calor.
Si bien hay muchos que dicen que el verdadero tereré es con agua bien fría y algún toque de frutas naturales, en la Argentina se está imponiendo una moda más práctica. Muchos deciden hacerlo con jugos en polvo (los que vienen en sobrecitos) previamente diluidos en agua y con unas cuantas horas de heladera. En ese caso, la opción más elegida entre los consumidores es el de naranja.
Cómo servirlo
Para cebarlo adecuadamente, primero debemos llenar el mate o el vaso con el jugo preparado. La primera cebada tiene que ser generosa para que la yerba quede completamente húmeda y no queden restos sin mojar.
Lo dejamos reposar unos minutos, para que se hidrate bien y recién ahí, introducimos la bombilla y le agregamos un par de cubos de hielo. ¡Y a disfrutar!