Tras haberse realizado estudios en el Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, Abigail Jiménez regresó pasada la medianoche al aeropuerto de Las Termas de Río Hondo en el avión sanitario del Gobierno. El estado de la nena de 12 años, que desde hace cinco sufre un cáncer de huesos, es crítico y los profesionales mantendrán un contacto permanente con el médico de cabecera de Tucumán.
La aeronave aterrizó a la 1.30 de este jueves, donde familiares de la menor esperaban pacientes su arribo y la acompañaron después en caravana hasta su casa en el barrio San Martín. “Abigail llegó bien con la atención que recibió y en Buenos Aires recuperó su estado de ánimo. Está con un mejor semblante”, expresó su mamá, Cármen, en un breve diálogo con El Liberal. “Ahora tenemos que acompañarla en la continuidad de su tratamiento en Tucumán”, añadió.
Por su parte, los equipos médicos del hospital de Pilar indicaron a la agencia Télam que los estudios que le hicieron a la nena “evidencian progresión de enfermedad local y sistémica, no presentándose oportunidad de ofrecer un tratamiento con objetivos curativos” y en ese contexto propusieron un “cuidado integral”, pero en su casa en Santiago del Estero.
El parte médico dado a conocer por el centro de salud señaló que los especialistas de distintas especialidades, entre ellos Salud Mental y Cuidados Paliativos, “visitaron a Abigail y su familia para proponer un cuidado integral atendiendo sus deseos de poder regresar a su casa, priorizando el mayor bienestar posible en esta etapa de la enfermedad, tanto en lo físico como en lo emocional y espiritual”.
“Compartimos el deseo de la niña y su familia de estar en su casa, mientras sea posible, con sus afectos”, dijeron los profesionales, y explicaron: “Entre los derechos de los niños con cáncer se encuentran recibir tratamiento y cuidado de calidad, una nutrición adecuada, alivio del dolor y sus síntomas, contención emocional, educación y la posibilidad de jugar y seguir siendo niños”.
La dramática historia de Abigail se volvió noticia nacional a raíz del incidente ocurrido en un control caminero, cuando su padre tuvo que llevarla en brazos cinco kilómetros en medio de una crisis de llanto por los dolores que sufría, porque la policía le impedía el ingreso a su provincia.
Tras la viralización de esas imágenes, el gobernador Gerardo Zamora pidió disculpas por lo ocurrido y se puso a disposición de la familia. “Más allá de la investigación interna sobre lo que haya ocurrido y una lamentable sucesión de hechos y errores, y sobre los cuales quiero aclarar que no tienen nada que ver los padres y mucho menos la niña, es el Estado el que ha fallado, por el cual me responsabilizo en sus mecanismos para controlar la salud de los habitantes”, sostuvo el mandatario santiagueño.