En mayo de 2019 Yamila terminó de correr una maratón y se dio cuenta de que algo no andaba bien, por eso fue al médico y tuvo que hacerse análisis. Los resultados no fueron buenos y se enfrentó a una de las pruebas más difíciles de su vida: el cáncer.
Los profesionales le diagnosticaron linfoma de Hodking, una rara enfermedad que provoca síntomas que muchas veces la gente no le presta atención: sudores, cansancio e inflamación de ganglios. Pero esta joven de 30 años que vive en Rosario, escuchó a su cuerpo y encaró con garra y esperanza el tratamiento..
Cuando se lo detectaron a Yamila le faltaban solo tres materias para terminar la carrera de abogacía que cursó en la Universidad Nacional de Rosario. Lejos de bajar los brazos, se recibió y en plena pandemia le entregaron el diploma.
Desde aquel mayo, pasó por 12 sesiones de quimioterapia y nunca dejó de trabajar ni estudiar. “La primera quimio me la hicieron el 16 de julio y la última en enero de este año. Me llevaba los apuntes y entre quimio y quimio estudiaba. Para mí esta enfermedad es un 50 por ciento parte de la ciencia, y la otra mitad el trabajo personal", dijo convencida en diálogo con TN y La Gente.
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A modo de anécdota, la joven contó que ella impuso la moda de los barbijos el año pasado, cuando solo los enfermos los usaban. “Ahora es común y necesario que todos llevemos uno”.
Cuando le detectaron la enfermedad la vida se le hizo lenta porque ella estaba acostumbrada a andar a mil por hora y repartía su tiempo entre el estudio, el trabajo y el entrenamiento físico. Ahora, a la distancia, hace una pausa y asegura que los pensamientos son poder. Agradece a su mamá y a su abuela, pilares fundamentales en su vida.
El tres de diciembre de 2019 dio la última materia y se convirtió oficialmente en abogada, y el mes pasado el rector de la universidad se acercó para entregarle el título en mano. Su historia de superación llegó a oídos de la Asociación Civil Linfomas Argentina, de la cual es miembro y desde donde ayuda a difundir la enfermedad. “Hay mucha gente que no sabe lo que es un linfoma, o no le presta atención a los síntomas, por eso es muy importante acercarles la información y que sepan que hay tratamientos”.
Después de más de un año de lucha, Yamila sueña con hacer un viaje y volver a reunirse con sus seres queridos. Esas pequeñas cosas que por la rutina se dejan de lado. “Contemplar un amanecer o un atardecer, tomar una cerveza con amigos, eso es lo que deseo hacer de ahora en adelante. Disfrutar el día a día, no pensar en el futuro y vivir el presente”.
El análisis que le hicieron en julio tuvo un resultado positivo y los médicos le anunciaron una remisión del cáncer. Igualmente tiene que seguir con controles y el viernes será sometida a una nueva operación en la que le sacarán el catéter por donde le pasaban la quimio.