Un momento muy emocionate se vivió este lunes en la casa de Gran Hermano (Telefe). Durante el primer “Congelados” de esta edición, Luciana Mártinez fue sorprendida por el ingreso de Martha, su mamá, y no pudo contener las lágrimas. Y, a pesar del llanto y la emoción, logró cumplir con el desafío y se mantuvo quieta mientras su mamá la abrazaba.
“Gracias, Gran Hermano. Hola chicos y chicas, qué bonitos están todos. ¿Dónde está mi hija Luciana? No te muevas hijita de mi alma”, dijo la mujer cuando estuvo frente a todos los concursante.
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Y completó: “Te amo mi bebé, mi bebé querida. Siempre te lo dije hijita, toda la vida te lo dije y nunca te abandoné ni te voy a abandonar jamás”.
Una vez que la visita dejó las instalaciones, la emoción siguió y desbordó a todos. Cada uno de los presentes se mostró realmente movilizado por lo que había sucedido. Algunos fueron a contener a Luciana, quien seguía llorando desconsoladamente por lo que acababa de vivir.
El reencuentro entre Luciana y su mamá, el momento más esperado de “Gran Hermano”
Este momento era muy esperado en el reality desde la semana pasada, cuando Santiago del Moro entró a la casa y le comunicó a Luciana que su mamá le mandaba una mensaje muy especial: “Hija”.
Esa palabra caló hondo en la jugadora, quie había revelado que su familia se enteró a través del reality que ella era una mujer trans. Antes de entrar al juego, había contado cuánto le costó vivir libremente.
“Hace más de diez años que a escondidas soy Luciana Martínez”, dijo quien se había presentado al casting como Jorge Barrionuevo. Sin embargo, viajó desde Santa Cruz a Buenos Aires con su valija y la ilusión de estar dentro de entrar al programa y mostrarse tal cual es. Algo que finalmente logró.
“Son mi vida. Son los más importantes, vivo con ellos dos. Con mi hermano, que es coreógrafo y bailarín. Trabajador, humilde escorpiano. Él es el que me alinea. Y mi mamá es lo único que tengo, mi corazón enteró. No puedo más”, expresó entre lágrimas sobre su familia.
