El último episodio de Survivor Expedición Robinson (Telefe) desató una ola de controversia entre los participantes. En un desafío cargado de tensión, cuatro concursantes fueron premiados con suculentas hamburguesas, mientras el resto tuvo que soportar ver cómo disfrutaban de la comida sin poder probar bocado.
“Es una crueldad”, fue el comentario más repetido entre los perdedores, quienes no ocultaron su frustración y hambre.
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El desafío consistía en mantener una barra con el peso de la mitad de sus cuerpos, mientras otros compañeros agregaban troncos para aumentar la dificultad. La prueba no solo fue agotadora físicamente, sino que también dejó al descubierto las tensiones y rivalidades entre los participantes.
Al final, Iván, apodado “Tarzán”, y Mauro se alzaron como los vencedores, pero solo Iván tuvo el privilegio de escoger a tres compañeros para compartir el banquete: Goldi, Francisco y el subcampeón del desafío.
Mientras el aire se llenaba del tentador aroma de las papas fritas y la carne a la plancha, los perdedores observaban impotentes cómo los ganadores disfrutaban de su festín. “Es el momento morbo del día”, comentó Agustín, mientras Aixa describía la escena como un “momento de tortura”.
Algunos participantes, como Eugenia, no pudieron contener su deseo al ver cómo los demás se chupaban los dedos y disfrutaban de cada bocado. “Se me hace agua la boca”, expresó.
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La situación se volvió aún más tensa cuando Malena se dio cuenta de que los cuatro beneficiados eran hombres, lo que desencadenó acusaciones de machismo y favoritismo. “Nunca eligen a las mujeres”, se quejó Malena, recordando las recientes eliminaciones de sus compañeras Fiorela e Inés.
“Me parece que era un momento para dar un mensaje de apoyo a las chicas”, opinó Juan Pablo, criticando las decisiones de sus compañeros. “A la larga, esta jugada le va a salir cara”, pronosticó Juan Pablo sobre la estrategia de Iván, sugiriendo que no basta con ser fuerte; también hay que saber jugar con la mente.
