A lo largo de la historia de la televisión argentina, pocos ciclos políticos y periodísticos pudieron trascender tanto como Kaos en la Ciudad. Con Juan Castro a la cabeza y un grupo de panelistas estrella, el programa emitido por eltrece marcó picos de audiencia inimaginables pese a pelear palmo a palmo con Videomatch y dejó varios momentos hilarantes. Las temáticas picantes estaban a la orden del día y el envío consagró al joven presentador, al que solo frenó la muerte.
Después de debutar con Crema americana y un paso por Zoo, acaso su primera experiencia en el rubro de la investigación, el oriundo de Buenos Aires se desempeñó en Unidos y dominados y en Confianza ciega, un reality show de parejas. Sin embargo, al periodista le llegó su gran oportunidad en marzo de 2002, cuando aceptó formar parte de la producción que lo catapultaría a lo más alto de la pantalla chica.
“Kaos en la Ciudad”: del canje caído por un caso de cáncer de mama a la estremecedora entrevista con Galtieri
Los informes presentados allí rompían con todos los esquemas. En una oportunidad, Juan repasó el caso de una mujer con cáncer de mama que provocó que una de las marcas que promocionaba el programa se diera de baja. “Pasó que salió por primer vez la imagen de alguien mostrando su teta con pezón y su parte operada. Ese día se nos cayeron los canjes de ropa y la tanda publicitaria”, advirtió Ronnie Arias, uno de los comunicadores frecuentes en el ciclo.
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La entrevista de Martín Ciccioli a Leopoldo Fortunato Galtieri, el presidente de facto que ordenó el desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas y condujo el país al mando de la Dictadura durante la guerra contra Gran Bretaña, también suele ser recordada a través de plataformas como YouTube. El cronista insultó al represor cara a cara mientras se desplegaba un desfile militar y ganó notoriedad.
“Le dijo en la cara lo que le queríamos decir todos. Era un lugar en el que decíamos lo que nadie decía, donde veías lo que nadie mostraba, en un momento en el que todo el mundo quería ver y escuchar”, explicó María Julia Oliván, parte fundamental de Kaos. También quedó en las retinas de los espectadores cuando los periodistas quedaron atrapados en el medio del fuego en un enfrentamiento entre la policía y los piqueteros en Puente Pueyrredón.
El propio Castro tuvo el coraje de salir a la calle para hablar de tópicos tan diversos y tabú como la sexualidad -algo que lo tocó muy de cerca-, la marginalidad y movilizaciones populares como la de San Cayetano. De todas formas, cuando el programa, que medía más de 18 puntos de rating, se prestaba a preparar su cuarta temporada en la pantalla de eltrece, se desató un escenario impensado.
“Kaos en la Ciudad” y una muerte que dejó perpleja a toda la industria
El conductor, que estuvo nominado a los premios Martín Fierro, tenía problemas con las adicciones que lo llevaron a quedar internado en reiteradas oportunidades. En febrero del 2004 había retomado sus labores profesionales como director creativo del Grupo Endemol, pero una semana después se precipitaron los hechos que culminaron en su fallecimiento.
El martes 2 de marzo, el presentador cayó desde el balcón en su departamento ubicado en el primer piso de un edificio en el barrio porteño de Palermo. A causa de las lesiones múltiples, entre ellas un traumatismo craneoencefálico grave, permaneció tres días en la unidad de cuidados intensivos del hospital Juan Fernández, hasta que perdió la vida por una falla multiorgánica.
Su deceso estuvo repleto de especulaciones, alimentadas por las declaraciones de los vecinos que escucharon sus gritos: “Me quieren matar, me quieren hacer daño”. Pronto, se reconstruyó que el periodista había sufrido alucinaciones que lo hacían percibir la presencia de seres que no existían. En su residencia había ansiolíticos y antidepresivos desparramados. Su final, por supuesto, también fue el del histórico ciclo.
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En 2008, la Justicia determinó que el periodista murió como consecuencia de un trastorno derivado de su añejo consumo de cocaína, denominado “delirium agitado fatal”, y no como consecuencia de los golpes que recibió en la caída desde un primer piso. “Juan nunca nació - Nunca murió. Solo visitó el planeta Tierra entre el 13 de enero de 1971 y el 5 de marzo de 2004″. Eso decía la tarjeta que los amigos de Juan Castro repartieron durante la inhumación de sus restos.
