MasterChef tuvo el miércoles una edición especial con beneficios para los concursantes. En ese evento especial, los participantes compiten por ganar una medalla plateada y otra dorada. En esta ocasión los maestros cocineros Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui le otorgaron la medalla de oro a Rodrigo y la de plata a Antonio, que la ganó en una situación increíble.
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En la apertura del reality aparecieron “cajas misteriosas” sobre las estaciones de los participantes. Dentro de cada caja había una tarjeta con alguno de los pecados capitales. El jurado les explicó: “Tienen que usar ese pecado que les tocó como fuente de inspiración para crear un plato increíble”.
Donato les advirtió que cada uno tendría obligación de trabajar con un ingrediente principal. Esos ingredientes estaban sobre un mostrador escondidos bajo un manto rojo y eran distintos tipos de pescados.
A Antonio le tocó el pecado de la soberbia y tuvo que preguntar de qué se trataba porque no conocía la palabra. Se lo explicaron. Y cuando fue buscar el pescado, se encontró con una chernia, algo que nunca antes había visto, según dijo.
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Contra todos los pronósticos el salteño, que está decidido a aprender y superarse día a día, se las ingenió para hacer un plato increíble en el que incluyó un falso caviar de limón y menta.
“¡Aguante la ficción, carajo!”, el comentario que le hizo Antonio a Martitegui
En el momento de presentar su plato al jurado, hubo una situación que desató las carcajadas. “Contame por qué este plato es soberbio”, le preguntó Martitegui a Antonio. Y el concursante respondió: “Para mí, es un plato soberbio porque quise ir más allá, quise implementar técnicas nuevas, seguir jugando con los colores y las formas de cocciones”.
“Es una chernia sellada al sartén, un puré de coliflor, mango grillado y un falso caviar de menta y limón”, detalló. “¿Cómo creés que te salió?, indagó Germán. “A mí me gustó la combinación de la chernia con el limón… Para mí, es un plato excelente”. “¿Excelente?”, insistió el integrante del jurado. “Sí, excelente”, confirmó el salteño.
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“No sé si estás actuando o si me lo estás diciendo de verdad”, le dijo Martitegui. Y Antonio le dio una respuesta desopilante: “Estoy actuando. ¡Aguante la ficción, carajo!”.
Lo cierto es que a la hora de la degustación, los miembros del jurado también consideraron que el plato era excelente y eso le valió a Antonio su primera medalla en MasterChef, la plateada.
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