En 2015 murió Gerardo Sofovich, uno de los autores cómicos más exitosos de la TV. El libretista, que también se destacó como animador, era famoso por su fuerte temperamento y protagonizó escandalosas peleas al aire, siendo las que mantuvo con Moria Casán y Luis Brandoni dos de las más recordadas.
El primero de esos enfrentamientos ocurrió en el programa de mayor rating de la TV por entonces, Hola Susana, que se emitía diariamente por Telefe. Aquella noche, Susana Giménez tenía sentados en su living a los actores Luis Brandoni y Arturo Maly y al polémico Gerardo. Era 1995 y gobernaba Carlos Menem, a quien Sofovich defendía a capa y espada (había sido funcionario, con importantes roles, y tenía diálogo directo con el presidente).
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Brandoni criticaba con dureza a Menem y Sofovich se sintió aludido cuando se hizo referencia a la programación de Argentina Televisora Color (ATC), el canal del Estado que hoy es la Televisión Pública. Es que el libretista había sido interventor de la emisora hasta dos años antes. Se trenzaron así en una batalla dialéctica en la que Sofovich trató al actor de “hipócrita”.
Sin que Susana interviniera para tranquilizar los ánimos, Brandoni le pidió a Gerardo que no le faltara el respeto, haciendo gestos ampulosos y saliendo de la actitud calma que había mantenido. Lejos de bajar el tono a sus palabras, el humorista continuó disparando sus dardos contra el actor. “Qué hablás de escolaso en ATC si vos sos la estrella de este canal que también está lleno de timba”, le espetó Sofovich haciendo referencia a Telefe.
Al final, cuando Brandoni y el guionista de tantos éxitos televisivos ya hablaban encimados y no se entendía nada, Susana Giménez intervino para tranquilizar el ambiente y ponerle fin a una discusión que había subido demasiado el volumen.
Con Moria Casán, la pelea se produjo en 2009, y tuvo ribetes escandalosos, porque se abordaron temas muy personales y la lengua filosa de la diva lastimó el orgullo de Sofovich. Todo nació de un encontronazo entre la vedette y el capocómico Antonio Gasalla, en el que Gerardo tomó partido a favor del artista, poniéndolo por encima de Moria en cuanto a su talento y su carrera.
La actriz salió con los tapones de punta y dejó con la boca abierta a Santiago del Moro, en ese momento conductor de “Infama”, por América TV, al referirse a Sofovich como “Gerontardo”, en alusión a su avanzada edad. Todos los ataques de Casán fueron por ese lado: lo trató de “decadente” y “gagá”. “Me atacan a mí porque yo estoy espléndida, bien del bocho y con un cuerpo espectacular”, aseguró.
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En su prolífica carrera en los medios, Sofovich tuvo más peleas con colegas y periodistas. Algunas transcurrieron durante las grabaciones o ensayos y no se pudieron ver al aire, pero muchas otras se produjeron en vivo. Entre estas últimas se encuentran su enfrentamiento con los periodistas Jorge Rial, Luis Ventura y Camilo García, entre otros.
El humorista Freddy Villarreal fue otro de los que discutió muy fuertemente con Gerardo y él mismo lo reveló públicamente, reconociendo que la pelea fue de tal magnitud que casi se van a las manos. El ex integrante del staff de Marcelo Tinelli acusó a Sofovich de ser un maltratador profesional de artistas durante las grabaciones de sus ciclos y dijo que estalló después de mucho tiempo tolerando sus medidas “dictatoriales”.
Gerardo Sofovich sufría del corazón y falleció por una hemorragia digestiva
Sofovich falleció el 8 de marzo de 2015 en la Clínica Suizo Argentina, a días de cumplir 78 años, por un shock hipovolémico derivado de una hemorragia digestiva. Ya venía sufriendo problemas cardíacos muy severos a raíz de su adicción al cigarrillo.
En su prolífica carrera creó éxitos como Operación Ja-Ja, Polémica en el bar y La peluquería de Don Mateo, trabajando con artistas de la talla de Fidel Pintos, Juan Carlos Altavista, Alberto Olmedo y Jorge Porcel.
Más tarde se interesó por su faceta de animador y condujo éxitos como La noche del domingo, en el que cortando una manzana o jugando al jenga obtenía altísimo rating. También fue un destacado empresario teatral y un consuetudinario apostador que solía viajar a Las Vegas especialmente para jugar en los casinos.
