La pista del Bailando 2017 se volvió a transformar en el escenario del drama. En la gala de ayer, donde reinó el Tango, la pareja compuesta por Agustín Casanova y Flor Vigna quedó en el ojo de la tormenta por las preguntas incisivas de Marcelo Tinelli y las críticas del jurado. A raíz de una posible crisis en su novio, la bailarina intentó convencer al conductor que estaba "todo bien", pero se quebró en llanto.
Durante la previa, Tinelli resaltó que veía a Vigna "más tensa" y le preguntó a su pareja, Nicolás Occhiato, que estaba en el estudio para alentarla. Al aparecer en escena, la bailarina insistió en que estaba todo bien aunque no logró convencer al conductor. Mientras se le llenaban los ojos de lágrimas, explicó que decidieron ir "para atrás" para verse y salir más.
"Lo que pasa es que no habíamos discutido en un montón de tiempo. Ahora nos reconciliamos, estamos bien, pero no somos de andar ventilándolo", aclaró, mientas su novio no decía ni una palabra. Tinelli hizo referencia a la entrevista que le hicieron antes de salir a la pista y la participante confesó que no van a mudarse juntos para que "la rutina no los mate".
Pero la tensión de la previa siguió luego en la devolución del jurado, que no sólo criticó su performance sino que también su actitud. Moria Casán fue una de las duras: "Están todos tensos. No entiendo qué le pasa a Flor. Es muy desagradable lo que están haciendo. Es poco respeto por el show venir aquí a llorar en vez de bailar".
