Si hubiese estado todo calculado, podría decirse que el Oscar lo merecía el tesorero de la Paramount. Porque hace 50 años, El Padrino llegó a las pantallas de cine con poco más de 6 millones de dólares invertidos en producción y logró una recaudación que superó los US$ 250 millones.
No siempre, claro está, la relación entre cuánto dinero se invierte en producción y cuanto se recauda, da estos números tan generosos como los que disfrutó El Padrino. Y cuando ocurre un caso así, vale la pena repasar qué quería el estudio (Paramount Picture) y qué terminó consiguiendo.
Leé también: Es argentina y actuó con Leonardo DiCaprio en “Don’t Look Up”: “Mi sueño es triunfar en Hollywood”
Primero que nada, la pretensión era concreta: la película debía ser de bajo presupuesto. Y ahí apuntaron inicialmente, a pesar de que los primeros directores que tantearon tenían un cartel que, lógicamente, se debía pagar. Pero las circunstancias quisieron que se fueran bajando y la dirección cayera en manos del joven Francis Ford Coppola que, además, en sus pocos trabajos previos no había sido taquillero.
Pero era italoamericano y eso era fundamental en la idea de la productora para filmar una película de mafiosos. Y, encima, saldría muy barato, dados sus antecedentes. Paramount nombró a Albert Ruddy al frente de la producción, por sus condiciones profesionales y porque solía arreglársela con lo que había: era el hombre ideal para un proyecto low cost.
Antes de que Ruddy tomara las riendas en nombre de Paramount, su vicepresidente, Robert Evans, había invertido en una novela que prometía tener éxito: El Padrino, de Mario Puzo. Fueron 12.000 dólares a cambio de la firma por los derechos del libro. Después, ya con el proyecto de llevarlo al cine decidido, le pagaron 80.000 más. Y finalmente, cuando lo sumaron como coguionista (junto a Coppola) le dieron a Puzo otros 100.000.
El director, en tanto, acordó un salario bajo (125.000 dólares) y un porcentaje por venta de tickets que terminó siendo su gran ganancia, en aquel momento y a lo largo de medio siglo también. En el contexto de la preproducción, Coppola tuvo una ventaja: el libro de Mario Puzo no paraba de crecer en ventas y eso le permitió pedir más presupuesto.
Así, los dos millones y medio de dólares destinados originalmente, fueron subiendo hasta llegar a los seis millones. Las exigencias de Coppola tuvieron que ver, entre otras cosas, con los lugares para rodar: mientras la Paramount quería achicar gastos filmando en sus estudios, el director pretendía escenarios naturales. Y consiguió su objetivo, lo que incluyó armar una producción en Sicilia, en donde se desarrolla parte de la historia.
“El Padrino”: las dudas sobre Coppola
Cuando Francis Ford Coppola comenzó a pedir y se empezó a filmar, algunos ejecutivos en la Paramount dudaban de su capacidad para manejar las finanzas. Temían que se le descontrolase el presupuesto y que la producción terminase costando un dinero que comprometiese la economía de la productora. Incluso, hasta llegaron a pensar en reemplazar sobre la marcha a Coppola y poner en su lugar a Elia Kazan (director de “Un tranvía llamado deseo” y “La ley del silencio”, entre otros).
¿Qué salvó a Coppola? Que el material que iba enviando a Hollywood empezó a gustar mucho a los mismos ejecutivos que dudaban de su habilidad con los manejos financieros. Y no sólo que lo confirmaron como director (y eso alivianó la presión que sentía) sino que también le dieron potestad para resolver un problema interno: el editor, Aram Avakian, y el asistente de dirección, Steve Kestner, jugaban en contra de Coppola. Y éste los terminó echando.
También fue sostén del director nada menos que Marlon Brando, quien amenazó con dejar la película si tocaban a Coppola. Más allá que en la Paramount no lo querían, Brando era una estrella mundial y tenerlo como protagonista de El Padrino -gracias a la insistencia de Coppola, justamente- era muy barato: 50.000 dólares de cachet, nada para un actor de su envergadura, más regalías por la venta de entradas.
Y en ese ítem, al actor le fue más que bien. Terminó embolsando más de 1.600.00 dólares porque El Padrino se transformó rápidamente en un éxito de taquilla. En total, supero los 250 millones de ganancia bruta, con millones de espectadores que la vieron en todo el mundo. Y fueron muchos más millones (de dólares y de personas) los que se agregaron con el paso del tiempo.
Leé también: “¿Qué car... hacen?”: Peter Dinklage criticó a Disney por la remake de “Blancanieves”
Y la Argentina hizo un aporte sustancial porque cuando se hizo el reestreno por los 25 años, después de Estados Unidos, fue el país en donde más espectadores pagaron la entrada: 3.720.860.