En 1999 eltrece puso en pantalla Agrandadytos, un programa que pese a estar protagonizado por nenes apuntaba a los más grandes. El formato era simple: el conductor Dady Brieva conversaba con los más chicos sobre diversas temáticas que incluían desde celos y hermanos hasta fútbol, religión o anatomía.
El ciclo fue un éxito indiscutido. Tal es así que se extendió hasta el 2001 y se reversionó en el 2004 y 2005.
TN Show conversó con algunos de los nenes que más estuvieron en pantalla en las distintas temporadas para conocer cómo vivieron la experiencia, cuáles son sus recuerdos y rememorar algunos de los momentos más célebres.
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Diego Treu, por el camino de la actuación
Tenía siete años cuando llegó al programa. Su hermano bailaba muy bien y había ido para hacer el casting. A él le gustaba actuar y aseguró que era “el payaso de la familia”, así que probó suerte y quedó.
Estuvo los primeros tres años y le pareció una experiencia buenísima: “Agrandadytos era un programa de chicos para grandes porque estaba los jueves a las 11 de la noche. Entonces íbamos, hablábamos como dos horas y después se editaba, pero ahí surgían un montón de cosas. Dady te llevaba a un lugar que estaba buenísimo y que me encantaba”.
Respecto a cómo surgían los temas, recordó que los proponía él: “En ese momento siempre hablaba de las chicas y me hacía el cancherito”.
Diego estuvo en el programa hasta el 2001 y después de eso se le abrieron varias puertas: “Mi primera experiencia actoral televisiva fue Son Amores (eltrece). Hice de ‘Josesito’, el hermano de Marcela Klosterboer y nieto de Atilio Pozzobón”.
Hoy tiene 30 años y contó que aunque ama el universo artístico, no puede dedicarse de lleno: “Es muy difícil vivir de la actuación”.
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Mariano Sinito, miembro de la iglesia maradoniana
Llegó al programa en el 2005, cuando tenía 10 años. “Desde chico tenía muchas ganas de estar en televisión y mis viejos lo sabían. Unos amigos de la familia son los fundadores de la iglesia maradoniana y desde Agrandadytos estaban buscando a nenes que hablen del tema porque venía La noche del diez (eltrece), así que fue una suerte de tormenta perfecta”.
En ese sentido, reconoció que decir que era miembro de la iglesia maradoniana le trajo algunos inconvenientes, sobre todo en el colegio donde muchos adultos le cuestionaron su fanatismo. Sin embargo, no se arrepiente de nada de lo vivido: “Si lo tuviera que hacer otra vez lo haría al 100% porque nadie me va a quitar esa memoria de haber compartido con la persona que yo quería, con mi ídolo, con alguien que representa mucho para mí”.
En lo que respecta al encuentro con el Diez, destacó: “Para mí Diego vivió ese momento conmigo como un chico también”. A modo de cierre explicó que más allá de lo que pasó en el ciclo vivió otros grandes momentos con el exfutbolista que los recuerda con amor: “No fue solo Agrandadytos, sino la invitación que me hizo a todos los programas, la que nos extendió para que cada vez que venía a Rosario con el ShowBol mis compañeritos de fútbol y yo jugáramos el partido previo y fuéramos al vestuario. Tengo la suerte de poder decir que yo viví el Maradona de verdad, no al que pintan los medios”.
Hoy Mariano tiene 26 años, es periodista y trabaja en radio y en medios gráficos.
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Carla Belén Ponce, la nena de “las piernas cortas”
Ella llegó al ciclo casi por casualidad. Jugaba al fútbol en Jóvenes Deportistas en Lugano Unido, cuando un productor la vio: “Era el papá de un nene que también entrenaba ahí. Sabía que desde el programa estaban buscando una chica que jugara a la pelota, porque en ese momento no estaba muy naturalizada la igualdad en los deportes, así que habló con mis papás que me llevaron al casting y quedé”.
Al ser consultada por el video que se viralizó reflexionó: “Me emociona un montón porque hoy estamos viviendo otra realidad. Lo que antes estaba naturalizado, hoy ya no porque la sociedad cambió un montón. Ver esa grabación me emociona por haber sido tan chica, espontánea y haber disfrutado del deporte sin prejuicios”.
Carla sigue jugando al fútbol, pero aclaró que ya no puede dedicarse al 100% porque está enfocada en otras cosas: “Estudio abogacía en la Facultad de La Matanza. Cuando dejé el fútbol temporalmente comencé a abrirme más a lo social y lo cultural. Hoy en día tengo una murga en el barrio que se llama Los Herederos de Lugano Unidos. También fui a una orquesta en el barrio y voy al coro de la Iglesia”.
Pablo Gioia, el nene serio y especialista en medicina
Él tenía tres años y le encantaba hablar. Su mamá se enteró del casting y lo llevó. Al año siguiente comenzó en el programa. “Era una experiencia divertida, porque yo hablaba con Dady como hablaba con mi papá o con mi mamá. Él sacaba unas buenas charlas y uno se sentía cómodo y se divertía. De hecho, iba y capaz que él me tenía que cortar porque sino yo le seguía hablando”.
En cuanto a los temas que tocaban, recordó: “Yo era el chico serio que hablaba de la medicina. Era un tema mío porque eran planteos que me hacía en mi día a día. A mis papás los bombardeaba a preguntas”.
Gioia recuerda su paso por Agrandadytos con mucha alegría, pero además destaca que los sketches eran muy divertidos para él.
Después del programa participó de cámaras ocultas y sketches para VideoMatch, hizo publicidades gráficas y actuó en Hospital Público (América). Hoy estudia arquitectura.
Enzo Papais, el noviazgo en la infancia
Él tenía cuatro años cuando lo entrevistaron y quedó: “Seguí hasta la última vez que nos juntaron que tenía más o menos 11 años. En ese momento me gustaba, era un programa que tenía mucha audiencia y es hasta el día de hoy hay gente que me reconoce”.
Entre los temas que más abordaba, Enzo detalló: “El noviazgo. Ahí saltaba el tema de las mujeres y le daba lengua suelta. Podía estar horas hablando”. También hizo sketches de otros programas, pero el momento que más recuerda es cuando llevaron a la nena del jardín que le gustaba al piso.
Hoy no reniega de su paso de la televisión, pero elige el perfil bajo: “En ese momento lo disfruté mucho, fue muy divertido y lo que me llevó fue haber conocido a mucha gente de la televisión, el teatro, del cine. Hoy trabajo en una farmacia y es algo que disfruto mucho”.
