I used to go here, estreno online
A Kate (Gillian Jacobs, de Community y la serie Love), las cosas no le están yendo bien. Su primera novela, que acaba de publicarse, es un fracaso al punto que la editorial cancela la gira de promoción. Su pareja es pasado, aunque ella no esté dispuesta a reconocerlo. Sus amigas están embarazadas, en otra. Cerca de los cuarenta, se encuentra de pronto con pocos motivos reales para ser feliz.
Entonces recibe una invitación de su antiguo colegio para dar una charla por su libro. Recibida con honores, da la sensación de que ese pasado sí está dispuesto a seguir formando parte de su presente. El que fue su profesor y mentor (Jemaine Clement) le ofrece un puesto, si quiere volver como docente. Su antigua casa de estudiante está ocupada por un grupo de chicos que la hará sentir acompañada. Las nuevas voces de escritura creativa la enfrentan a balances acaso enriquecedores.
En tono de comedia agridulce, esta película de espíritu independiente escrita y dirigida por Kris Rey (antes Swanberg, directora de Unexpected) consigue un retrato sin pretensiones de una mujer en crisis. Entretenido, inteligente, en sus mejores momentos, sutil. Con exploraciones logradas, como la del viaje hacia atrás y el reencuentro con partes de quien fue la protagonista. Que sirve para buenos contrapuntos entre miradas generacionales, iluminaciones y miserias del mundillo académico, con su ruido y sus pocas nueces.
En esos caminos, hay situaciones muy divertidas, a veces desde cierto patetismo. Un terreno en el que Jacobs (en un rol de perdedora similar a los que ya le conocemos) y Clement se mueven con la soltura y el encanto de los buenos comediantes. Los estudiantes y sus problemas, en cambio, son más sosos. Aunque la subtrama en la que Kate pasa el tiempo con ellos —una serie de episodios no demasiado originales— importe para el devenir de su personaje. Una buena opción, que se encuentra online.
Esa cuchara, de editorial Limonero
La editorial Limonero ha vuelto a entregar uno de esos libros objeto tan bellos como emocionantes. Otro, como el premiado Mi pequeño, de Germano Zullo y Albertine, hecho de pocas palabras e imágenes originales. El viaje que propone Esa cuchara fue escrito por Sandra Siemens. Las ilustraciones de gran estilo, en tres o cuatro colores muy suaves, son de la española Bea Lozano.
Cada página que se abre despliega una obra, un cuadro en el que la imagen y palabras bailan juntas. Así van narrando la historia de una cuchara que la niña protagonista no debe usar. Ni para comer ni (menos) para hacer pozos en la tierra en los que enterrar una semilla. "¿Qué hace en el cajón de los cubiertos esa cuchara si no se puede usar? Tal vez solo está esperando que una niña cuente su historia", se lee en la contratapa.
Inscripto en la buena tradición de historias de los objetos, Esa cuchara es la de uno que pasó de generación en generación. Cuyo relato se revela palabra a palabra, con el juego como dinámica, hasta la participación del paso del tiempo. Mejor no contar, aunque seguramente algo podrá adivinar el lector. Mejor dicho: el espectador de este libro, que merece encontrar a su público. Está hecho para que madres o padres lo lean junto a los chicos. Como una transmisión de una familia a otra. Una experiencia doblemente conjunta. Que, por supuesto, emociona.
León Ferrari, subasta colaborativa 100 años 100 obras
La Galería Azur armó una vidriera, en la calle Arroyo, con imágenes de la subasta colaborativa que homenajea al gran León Ferrari en el centenario de su nacimiento. La noticia de último momento es que el remate, que arrancó el lunes y cerraba este jueves, se extiende por la buena repercusión hasta el próximo 19 de agosto.
Vale tenerlo en cuenta para aprovechar la oportunidad de ver y acaso comprar algunas de las cien obras que el artista creó sobre todo durante su exilio en Brasil. Los setenta, ochenta hasta su obra gráfica más actual, con precios que van desde los muy pocos miles (de pesos, por supuesto). Armada como evento especial junto a la Fundación Augusto y León Ferrari, destinará los recursos que se generen a ayudar a una escuela y un comedor que reciben y acompañan a personas en situación de calle: el comedor a cielo abierto de Barrancas de Belgrano “El Gomero” y la “Escuela Isauro Arancibia.
Hay allí heliografías, serigrafías, litografías, grabados y xerocopias, en el corpus del remate que finalizará con una transmisión vía streaming el jueves 20 desde la web (www.galeriaazur.com). Los grafismos tienen una presencia importante, así como los estudios para obras emblemáticas del artista anticlerical, como La civilización occidental y cristiana, el famoso cristo de santería, crucificado sobre un avión militar americano. Una de las que hizo al escándalo en la retrospectiva del CC Recoleta, en 2004, cuando Jorge Bergoglio pidió, y consiguió, que la muestra fuera censurada.
A la espera de la gran retrospectiva del Bellas Artes porteño en 2021, y mientras el Reina Sofía de Madrid presenta (con los vaivenes de este año) "La bondadosa crueldad. León Ferrari 100 años" que seguirá de gira por Europa y llegará al Centro Pompidou el año que viene. Mientras, entonces, una buena opción para echar un vistazo y, el que puede, llevarse un Ferrari a casa.