La hija de Natacha Jaitt retomó una "tradición" tuitera de su mamá: martes de escotes

Además de ser conocida por sus escándalos, Natacha Jaitt tenía una gran legión de seguidores en Twitter, donde la mediática volcaba con su particular humor y acidez sus pensamientos más íntimos, dejaba consejos sexuales y hasta desenmascaraba a famosos con revelaciones inéditas.

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En Twitter, Natacha también había construido un hashtag que apuntaba a la belleza auténtica de las mujeres y la exploración de la sensualidad llamado #MartesDeTetas, en el que, básicamente, las seguidoras le enviaban fotos de sus escotes, con o sin ropa y de manera anónima o con sus nombres. En cada ocasión se convertía en trending topic (lo más hablado del momento).

Este martes, Antonella Olivera, la hija de Natacha, revivió ese hashtag y explicó el por qué de la movida: "El objetivo es mostrar nuestras lolas como algo natural, ser libres de ser lo que queramos ser, estar orgullosos de lo que somos y amar nuestro cuerpo tal cual es". También pidió disculpas a los que se sientan ofendidos por la desnudez y aseguró que se trata de un acción "con las mejores intenciones".

Antonella recibió un gran feedback y muchas mujeres se animaron a compartir sus #MartesDeTetas.

Antonella y Natacha eran súperconfidentes aunque no vivían juntas, ya que la joven tenía domicilio en Rosario con su papá. Ahora vive en Buenos Aires para estar cerca de su hermano, Valentino, en la única propiedad que la mediática les dejó a los dos, una casa en Villa Urquiza.

Hace algunos días la actriz escribió en Instagram un emotivo posteo en el que se abrió sobre su dolor por la abrupta partida de su mamá, que murió en febrero de 2019. La encontraron sin vida en un salón de Benavídez. La familia está convencida de que la mediática fue víctima de un homicidio. Pese a que la investigación del equipo de fiscales de Tigre indica que se trató de una muerte por una falla multiorgánica y consideran el caso cerrado, el hermano y la hija de la mediática insisten en que la causa tiene "puntos negros".

"Cada 23 pierdo un pedacito de mi corazón, cada 23 de cada mes te lloro y te pido a gritos que donde quieras que estés me ayudes, me guíes, me enseñes a vivir con tu ausencia, con la falta que dejaste en mi ese 23 de febrero que partiste. Ese maldito 23 que te fuiste de mis brazos sin poder despedirte. Gracias por todo lo que dejaste en mi, por cultivar fortaleza de donde no tengo para seguir, vivir y ser mejor persona cada día. Te amo con cada parte de mi ser".