Hoy es el Día Internacional de la Danza, pero esta vez la celebración es diferente. Las salas de ensayos están vacías, los ballets no tienen clases, los teatros están cerrados, los escenarios se mantienen en silencio.
Sin embargo, el deseo de bailar de los bailarines sigue corriendo por sus venas y, aún en los pequeños espacios de sus casas, bailan. Así lo confirman dos compañías de géneros distintos pero hermanadas por la necesidad de bailar, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín y el cuerpo de baila de la Ópera de París.
Ambas compañías difundieron videos en los que la falta de espacio y de vestuario se compensa con los distintos momentos de intimidad de cada uno de las bailarines que, pese al distanciamiento obligatorio, mantienen la rutina de entrenamiento y ensayos imprescindibles para sostener el estado físico y emocional.
En el caso del Ballet Contemporáneo del San Martín, dirigido por Andrea Chinetti y Miguel Elías, subió un video de unos cuatro minutos en el que participan todos los bailarines pero ubicados en sus terrazas, dormitorios, livings, cocinas o jardines.
El video permite ver el desarrollo de una historia, en la que cada secuencia comienza con la forma exacta en la que terminó el bailarín anterior. La propuesta surgió de dos integrantes de la compañía, Lucía Bargados y Matías de Cruz, que también se encargaron de la edición. En las imágenes se ve la forma en que los bailarines se arreglan para que el cuerpo de baile se mantenga en movimiento y comunicado durante la cuarentena.
Con las etiquetas #RestezChezVouz, #StayHome o #QuédateEnCasa), 36 bailarines de la Ópera Nacional de París armaron un video conmovedor en el interpretan la famosa Danza de los Caballeros, fragmento del ballet Romeo y Julieta, de Prokofiev.
Según la coreografía que montó Rudolf Nureyev en la Ópera Nacional de París en 1984, los integrantes de la compañía interpretan la historia desde un dormitorio, desde bañera, un sótano, o frente a una ventana o en una terraza con vista a París.
Desde cada rincón, se suceden los pliés, los giros, a veces con puntas y otras veces puntas con los pies desnudos, el ballet baile mientras toman el café, visten sus pijamas, con sus hijos alrededor o bailando a la par.
Al final, dejan su agradecimiento a los agricultores, a los empleados de los mercados, a los investigadores, médicos y personal de la salud, trabajadores de transporte, periodistas y tantos otros que desarrollan tareas esenciales en la lucha contra el Covid-19.
Mientras tanto, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín mantiene su rutina de clases diarias de técnica clásica con Lorena Sabena y de técnica Graham con Sofía Mazza, que cierra con un espacio para la improvisación. Son clases más breves, con ejercicios en la barra y algunos saltos pequeños, ya que no pueden desplegar mucho más en un espacio chico.
Además, mantiene los ensayos de Boquietas pintadas, de Oscar Araiz y Renata Schussheim, que debía estrenarse en mayo.
Hoy, a propósito del Día de la Danza, se puede disfrutar de algunos espectáculos de la compañía: “Las 8 estaciones” (con dirección artística de Mauricio Wainrot y música de Vivaldi y Astor Piazzolla), “Flamma Flamma” (con música de Nicholas Lens) , y “Consagración de la primavera” (con música de Igor Stranvinski), que estarán disponibles en Cultura en Casa, la alternativa online que puso en marcha el Ministerio de Cultura porteño mientras se transita la cuarentena. Allí también estarán disponibles, desde El lago de los Cisnes, interpretado por el Ballet Estable del Teatro Colón que dirige Paloma Herrera a tutoriales y entrenamientos dictados por docentes de la Fundación Julio Bocca.
