Tamara Paganini es la rubia más recordada de Gran Hermano. Ingresó a la casa el 1 de marzo de 2001 y estuvo hasta el último día, aunque no pudo en el voto telefónico contra Marcelo Corazza, el profesor de gimnasia que entró como suplente y se ganó el corazón de la gente.
A la joven oriunda del barrio de Lugano nunca le gustó la exposición. Renegó de tener que ir a los programas pero cumplió su contrato cuando para no tener problemas. Sin embargo, luego prefirió el anonimato y fueron varias las veces que se peleó con los fotógrafos que quisieron retratarla en la vía pública.
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En mayo de 2018, un paparazzi de la revista Pronto la encontró en la zona de Palermo Hollywood y, según ella, la siguió varios metros con la cámara en mano. Enojada, le pidió ayuda a un policía que se estaba sobre la calle Humboldt. "¡El señor me está persiguiendo con una p… cámara de fotos. Ahora voy a llamar a un móvil", se la escuchó gritar en un video que salió a la luz en el programa Involucrados.
En 2017, la exparticipante del popular reality sufrió el peor golpe de su vida. Perdió un embarazo de mellizos y pidió que por favor no le preguntaran por el tema. "Es un sueño por el que venía luchando hacía muchísimo tiempo", comentó en aquel entonces.
Ahora, a 19 años de su paso por la casa más famosa de la Argentina, se viralizaron unas fotos de su presente. Se la ve con el pelo más corto y muy bien acompañada por Sebastián Cavalieri, el hijo del sindicalista de Comercio, Armando Cavalieri, con quien convive desde hace ocho años.
