En la denuncia registrada en la Comisaría Comunal N°11 de la Ciudad de Buenos Aires, la actriz y maquilladora Érika Basile acusó a Pablo Rago por "abuso sexual con acceso carnal". El ataque habría ocurrido en 2015, cuando ella lo fue a visitar a su departamento. Se habían conocido en 2013 en los estudios de Canal 9 y habían retomado el contacto. Luego de que imputaran al actor, la Justicia ordenó una pericia psiquiátrica a la víctima. Los resultados dieron un giro en la causa.
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El Cuerpo Médico Forense, determinado por el Juzgado Criminal y Correccional 54, a cargo de Walter Candela, tenía la tarea de determinar si existía o no un trauma derivado del episodio. La pericia, a cargo el perito psicológico Alejandro Lafitte, contó con dos etapas: una entrevista abierta para que Érika contara su relato sin interrupciones y una semipautada, donde los peritos podían hacer las preguntas que quisieran. Después debía someterse a un test que apelaba al inconsciente de la denunciante para determinar si hubo o no abuso y demás cuestiones de índole psicológicas y psiquiátricas.
Los resultados se hicieron públicos este jueves y fueron negativos. Es decir, para los especialistas "no hubo abuso sexual y no hay maltrato de género".
Sin embargo, el abogado de Basile, Alejandro Cipolla, remarcó que los estudios fueron imperfectos: "Habrá que revisar uno por uno otra vez, y ver cuáles van a ser los pasos a seguir". El letrado contó que firmó los resultados "en disconformidad, porque hay una serie de puntos psicológicos que no se tomaron en cuenta para redactar el informe final".
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Consultada por Teleshow, Basile se mostró muy decepcionada por los resultados. En especial, por las conclusiones de los psicólogos que la atendieron. "Me dijeron que fue solo una mala experiencia, que para ellos no hubo abuso. ¡Una mala experiencia!”, resaltó indignada la actriz.
Por su parte, Pablo Rago prefirió resguardarse y no dar declaraciones. A tal punto, que evitó ir a la avant premiere de la película El robo del siglo para evitar las cámaras.
