Tiene 34 años, es de Devoto, dónde pasa la mitad del año, y cuando era apenas un niño descubrió que el mundo de los "sonidos" eran lo suyo. Horacio Lavandera viene de una familia de músicos y con esa primera certeza empezó a transitar su formación musical. Pronto afinó la puntería y eligió como instrumento el piano.
Su primera maestra fue su tía abuela Marta Freijido, egresada del conservatorio del célebre Vicente Scaramuzza. Por sus extraordinarias condiciones, continuó sus estudios con el maestro Antonio de Racco, y su prodigioso talento lo consagró a los 16 años cuando ganó el prestigioso concurso Umberto Micheli de Milán.
Desde entonces es considero uno de los grandes maestros del piano, capaz de abordar los repertorios más tradicionales del género pero también aquellos que se salen de las márgenes de lo previsible; es, además, un refinado director de orquesta y también compositor.
Ahora se prepara para sus próximas presentaciones, el 23 y 24 de agosto, en el Coliseo, con la Orquesta Clásica Argentina, que mucho representa en su carrera, ya que esta formación fue creada por el propio Lavandera hace dos años, junto al oboísta Gustavo Cosentino. El repertorio de estas funciones incluirá cuatro conciertos para piano y orquesta: los conciertos números 3 y 5, "Emperador", de Beethoven, y los número 1 y 2, de Chopin, elegidos según la consideración del público a través de sus redes sociales.
Durante el próximo semestre se presentará en el Carnegie Hall, de Nueva York, y en la Filarmónica de Berlín, por lo tanto esta temporada en la Argentina ofrece la oportunidad de escucharlo en vivo y nos permite el lujo de compartir un desayuno, ligero, liviano, tal y como arranca el día Horacio Lavandera en su Devoto natal, para entregarse primero que nada a la música. Con ustedes, el maestro Horacio Lavandera.
