Gianinna Maradona ya dejó atrás los 20 y entró en una nueva década. El gran día fue el jueves pasado, pero la diseñadora eligió el sábado para un mega festejo en su casa de Nordelta. Todo fue a medida de la cumpleañera; desde gorros personalizados, bijou y hasta tatuajes de fantasía. Fueron varios los detalles que llamaron la atención de los invitados.
Gianinna bautizó la fiesta como "G30" y limitó la convocatoria a su familia -Dalma dejó a su pequeña Roma, de dos meses, por un rato para no fallarle a su hermana-, amigos íntimos, compañeras de gimnasio, padres del colegio de su hijo Benja, y ningún famoso.
El único VIP de la celebración fue El Polaco, que le regaló a la hija del Diez un show privado en el que repasó sus éxitos. Los rumores de una relación más que amistosa entre la diseñadora y el cumbiero datan de hace varios años, aunque los dos lo desmienten. Sin embargo, en Instagram, ella le agradeció el gesto y lo llamó "Coco de mi corazón".
¿El menú? Gianinna le dio un perfil popular a su G30 y agasajó a sus invitados con un puesto de panchos de un famoso local de Martínez. También había una gran barra de tragos que, según dicen, quedó "seca" al final de la noche.
Lo más comentado fueron los tatuajes de fantasía (adhesivos) que copiaban los dibujos que Gianinna tiene en su cuerpo. Fue una idea de Dalma y todas las amigas de la cumpleañera se sumaron a la idea. "Hoy todas somos Gianinna", bromeó una.
Aunque está en pleno puerperio, Dalma no quiso perderse la fiesta y Gianinna valoró la buena onda. "Gracias por estar en cada detalle", escribió. La actriz estuvo un rato y se retiró antes para volver con Roma.
Gianinna compartió el momento de la torta con su gran amor, Benjamín, fruto de su relación con el Kun Agüero. La temática del candy bar eran los bitmojis.
