La hermana de Miguel Bosé, Paola Dominguín, rompió su habitual discreción y habló sobre los problemas de voz que tiene el cantante desde hace unos meses. Dominguín tranquilizó a los seguidores de su hermano y aseguró que no tiene nada grave, aunque achaca al estrés su situación. “No sé que puede tener, no tiene nada grave, es un problema de voz y con el estrés no se le está curando”, comentó este jueves en un acto en Madrid.
Desde finales del año pasado, la imagen de Miguel Bosé ha preocupado especialmente a sus seguidores. En noviembre se celebró en Las Vegas la 19ª edición de los Grammy Latinos. Un evento en el que se pudo ver y escuchar al intérprete de Papito de forma pública por primera vez en varios meses. De su aparición sorprendieron dos cosas. Por un lado, su aspecto físico, con una extrema delgadez y unos rasgos más afilados que en anteriores ocasiones. Pero, sobre todo, llamó la atención por su voz, una voz rota y quebrada que levantó una cierta intranquilidad entre los suyos.
Dicha preocupación se extendió unos meses después. A comienzos de enero, Bosé publicó un vídeo en sus redes sociales felicitando el año nuevo a sus seguidores y quitándole importancia a las habladurías sobre su estado de salud. "Estoy de vacaciones, estoy tranquilo, estoy feliz, y no voy a contestar ninguna tontería. Feliz año”, dijo entonces, de nuevo con un aspecto desmejorado y con la voz igual de rota que en sus últimas apariciones.
El artista, de 62 años, se trasladó a México a finales del verano pasado, cuando se conoció su ruptura con el que había sido su pareja durante 26, Nacho Palau. En octubre el propio Palau la sacó a la luz cuando, a través de un despacho de abogados, anunció que interpondría "las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores".
Desde que vive en México, es poco habitual ver al cantante en España. En el país americano participa en el programa de televisión Pequeños Gigantes, sobre la búsqueda de talentos de los más pequeños. Y desde allí también se muestra especialmente activo en su lucha política en pos de una salida a la situación que atraviesa Venezuela.
En España sólo se le ha podido ver a través de videoconferencia. A principios de marzo la Audiencia Provincial de Madrid le exigió testificar en el juicio que su madre, Lucía Bosé, tenía pendiente por la venta de un dibujo de Picasso dedicado a Remedios Torres, Reme, la persona que se ocupó del servicio doméstico de los Dominguín Bosé durante cerca de medio siglo. El cantante no se personó y decidió intervenir desde México por pantalla. Entonces se acogió a su derecho a no declarar para no perjudicar a su madre.