Hoy se realizó la gala de cierre del 66° festival de cine de San Sebastián, en España. Los argentinos fueron los grandes protagonistas del evento y varios largometrajes fueron premiados.
La película Rojo se llevó tres estatuillas. Benjamín Naishtat se consagró en "mejor dirección", y Darío Grandinetti fue reconocido como el mejor actor del film. Otro de los premios fue para Pedro Sotero, que se impuso en la terna a mejor fotografía, también por la misma producción.
Rojo estuvo ambientada en un pueblo de una provincia de la Argentina, y con un marco temporal a partir de septiembre de 1975, pleno apogeo de la Triple A y previo al golpe militar.
El premio Horizontes, que reconoce al mejor largometraje latinoamericano, se lo llevó Familia Sumergida, la ópera prima de María Alché. "Dedico a todas las mujeres que hacen cine, porque necesitamos más miradas femeninas para que se puedan hacer más primeras segundas y terceras películas", dijo la directora al subir al escenario.
Agustín Toscano también hizo historia recibiendo un reconocimiento del jurado por "El motoarrebatador", también en el marco del mismo premio. Esta última cinta narra la historia de un ladrón, que tras golpear brutalmente a una señora mayor para arrebatarle la cartera, intenta redimir el daño que hizo. Sin embargo, su pasado lo persigue y le impide comenzar una nueva vida.
Finalmente, La Concha de Oro a mejor película fue para la española Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta.