Charlie Sheen le bajó el precio a su mansión porque nadie la compra: ¿tan fea es?
Se trata de una imponente propiedad de 900 metros cuadrados, pero todavía no apareció "el novio".
Charlie Sheen quiere vender su mansión de Beverly Hills.
Charlie Sheen quiere deshacerse de su mansión en Beverly Hills pero no tiene suerte y ahora, recurrió al primer "manotazo de ahogado": le bajó casi 1 millón de dólares al precio original de la propiedad, a la espera de que finalmente aparezca un candidato. ¿Tan "incomprable" es? En realidad, no. Se trata de una imponente casa de casi 1000 metros cuadrados que tiene todas las amenities imaginables.
El actor de 52 años originalmente compró la propiedad en 2006 por 7.2 millones y ahora pide 9.3 millones de dólares (cinco meses antes, la había ofertado en 10 millones). Está ubicada en la exclusiva comunidad Mulholland Estates, donde también viven otros vecinos ilustres como Christina Aguilera y DJ Khalid y combina un estilo vintage con moderno.
Algunas de las características: tiene siete habitaciones, siete baños completos, cocina gourmet con ascensor para transportar la comida al primer piso, área de barbaque tipo resort, con bar, dos piscinas, sala de juegos, gimnasio y gran cine.
Uno de los baños de la mansión, con una importante tina y detalles de madera y mármol.
El área de patio de la casa, con un espacio para el relax con gazebo y un aro de básquet.
Uno de los cuartos de invitados, decorado con tonos en una paleta gris.
La sala de juegos de Charlie Sheen, ideal para unos tragos.
El actor instaló un modesto gimnasio en uno de los cuartos, con los apartos justos para ejercitar.
El living de la mansión, con pool y una gran pecera como detalle.
Una sala de estar íntima en el primer piso, exclusiva para el actor.
La sala de cine, forrada en terciopelo rojo y con máquina de gaseosa y de pochoclo.
Una de las piscinas, la más reservada.
Un "wet bar" se destaca al lado de la piscina más amplia.
La cocina es una de las estrellas de la mansión. Tiene detalles de carpintería y equipamiento premium.
El comedor se destaca por su estilo señorial e impacta en la entrada de la mansión.
El estilo es el típico de Beverly Hills.
La vista desde la piscina grande con el "wet bar" y el área de relax.
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