Lucrecia Martel escribió una carta abierta dirigida al arzobispo de Salta, Monseñor Antonio Cargnello, y al gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey. Ahí se quejó por un hecho que ocurrió recientemente.
Un grupo de personas borró los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo que se habían pintado en la plaza Belgrano. Se trata de miembros de la agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, que repudiaron el homenaje en ese lugar.
"Unos hombres disfrazados de gauchos han borrado los pañuelos de las Madres que se pintaron en la plaza Belgrano. Y digo disfrazados, porque no creo que ningún gaucho verdadero sea tan ignorante. El mal que aqueja a nuestro país es la ignorancia", indicó la directora de cine, nacida en Salta, en su carta.
Explicó que decidió no dirigirse en privado a las autoridades porque consideró que es una buena noticia para Salta que las personas que piensan distinto puedan conversar "y tratar de entender tanta intolerancia".
Calificó el hecho como un "espanto" y le dijo a Urtubey sobre los gauchos y su vestuario: "Tampoco querrá que esas ropas tan queridas para todos los salteños sean ahora signo de barbarie".
"Mientras caminamos, los 24 de Marzos, vemos estos pañuelos, y recordamos que hay cosas que no tienen que volver a pasar. No creo que al General Güemes le hubiera ofendido pañuelos de madres capaces de enfrentar a una dictadura asesina para buscar a sus hijos, que todavía hoy están desaparecidos. No comprendo qué ha ofendido a esta gente", siguió.
Eso fue una respuesta a lo que dijeron desde la agrupación tradicionalista, quienes criticaron que las pintadas se hicieran donde está el monumento a Martín Miguel de Güemes. "Consideramos este hecho un avasallamiento no sólo a quienes custodiamos la memoria de la Gesta Güemesiana y sus valores, sino a la comunidad salteña en su conjunto dado que todo aquello relacionado con la vida, obra y muerte de nuestro Héroe Nacional es patrimonio común de todos los salteños", cuestionaron en un comunicado.
Martel entonces preguntó qué era lo que molestaba a estas personas, y lanzó algunas teorías al respecto: "¿El símbolo de la resistencia de unas mujeres desarmadas? ¿La valentía de hablar cuando nadie se animaba?" Entonces agregó: "Resistencia y valentía, eran atributos de los gauchos. Pañuelos borrados como si fueran pintadas ofensivas. No dejemos por favor, que un hombre, una mujer vestidos de gauchos ahora sean la señal de la insensatez, el olvido, la intolerancia, la cobardía".
Pidió luego a Monseñor Cargnello que diga unas palabras que traigan un poco de luz y cordura. Recordó que en 1984 otro arzobispo, Monseñor Mariano Pérez, dijo que había que erradicar a las Madres de Plaza de Mayo, y que la exhumación de cadáveres enterrados como NN era una infamia para la sociedad.
Desde Brasil, donde está promocionando la película Zama, Martel se despidió: "Ojalá que la violencia no gane ni aquí ni allá".
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