Pampita se animó a hablar en público del drama que viven muchos padres separados que no pueden pasar Navidad y Año nuevo con sus hijos. "Diciembre es un mes que me destruye", dijo la modelo, que está triste porque los chicos recibirán la Nochebuena con su papá y ella los extrañará mucho. "Es tremendo. Casi que quisiera dormirme y despertarme el 26", agregó, para sintetizar lo que siente.
La situación de Pampita se repite entre otros papás separados. Las fiestas sensibilizan y los sentimientos se hacen más intensos en esta época. La ausencia de los hijos en las celebraciones afecta mucho a la mayoría.
En diálogo con TN Show, el psicólogo Miguel Espeche dio algunos consejos para los papás que pasan por este momento. "Las fiestas son muy difíciles, más la Navidad que el Año nuevo, y en particular en los primeros años de separación. Es muy duro estar celebrando con los hijos lejos. Parece un despropósito", comentó.
Explicó luego que algunas personas deciden pasar estas fechas con sus exparejas para poder estar junto a sus hijos. Sin embargo, aclaró que eso se puede lograr cuando se calman las aguas y quedan atrás los reproches. "Tiene que haber cierta grandeza, dejar de lado los resentimientos, ver la parte buena del otro, no engancharse con la parte negativa", indicó. Aseguró que si a los chicos se les explica bien la situación, ellos no se confunden. Cambian las cosas si se les quiere hacer creer algo que no es, como si no hubiera habido una separación.
Pero esto no pasa en todos los casos. La mayoría de las parejas que se separan se dividen los días para estar con los hijos, como hacen Pampita y Benjamín Vicuña. "Es muy doloroso y hay que vivir ese dolor enfatizando en el cariño, pero teniendo que prescindir de la presencia física de los chicos", dijo. Y aconsejó: "Es importante no tironearlos, que el trámite, la negociación de con quién pasan las fiestas se haga a puertas cerradas".
También recomendó que no se les pregunte con quién quieren festejar, porque eso podría ponerlos en el lugar de quedar desleales con alguno de los progenitores. "Hay que tener en cuenta que los chicos quieren a ambos padres y ven lo mejor de cada uno de ellos. Aunque uno como expareja crea que el otro es un demonio, los hijos tienen casi la obligación de ver lo mejor de los padres. Salvo los que infringen la ley y son violentos, por ejemplo", indicó Espeche.
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El psicólogo aconsejó usar el WhatsApp, la videollamada, para poder sentirse más cerca. "Hay que ponerse profundo y filosófico, el amor va más allá de la presencia física, y en lo posible alegrarse de que los hijos la estén pasando bien con el otro", explicó. Luego agregó: "Más que resentirse por el hecho de que no están con nosotros hay que apuntar a desear de todo corazón que la estén pasando bien y que se sepan queridos por uno. Cuando uno quiere fuertemente que estén bien, les dice, 'pasala bien'. Ser generosos con los chicos aunque no estén con nosotros nos va a hacer bien si somos los que estamos del otro lado solos".
Espeche explicó que vio muchos casos en los que, por estos temas, las parejas no tuvieron más remedio que solucionar los problemas y seguir juntos. "No es fácil, no es un deporte separarse. Es una pequeña tragedia. Sobre todo lo viven los chicos", destacó. Otros casos son diferentes y las cosas no pueden arreglarse: "Peor es seguir juntos cuando es un horror la pareja. Pero no deja de ser un garrón la separación. Uno no sale indemne de eso".
El especialista también se refirió a las fiestas y las familias ensambladas. Por ejemplo, consideró que no es un buen momento para presentar una nueva pareja a los hijos. Eso debe hacerse con tiempo. "Es como un vino que se va haciendo. Hay que estar atentos a lo que las cosas son y no tanto a lo que uno quisiera que fueran, para no forzar idealizaciones", comentó.
Entonces dio algunos tips para que las familias ensambladas pasen las fiestas en paz: "Hay que aceptar que es compleja la situación, no pelearse contra eso. Gran parte de la tensión surge de que uno quisiera que no fuera complicado. Si uno acepta que van a ser días complicados tiene otra ductilidad y no se hace tanta mala sangre. Después, es respetar el rol de padre, de madre. Uno no es el padre de los hijos de su pareja y viceversa. Es importante tener en claro que esos chicos tienen un padre que quizás no está en ese momento. Muchos chicos se enojan cuando sienten que el novio quiere tomar un rol que no es. Por otra parte, no hay que sacar a relucir demasiado los puntos flacos de la relación, sino ponerse en sintonía con las cosas buenas".
