La última vez que Catherine Zeta-Jones apareció en una alfombra roja, dejó a todos sus seguidores sin palabras. Es que la actriz de Hollywood, que brilló en películas como "La Máscara del Zorro", lució un rostro muy diferente al que le conocíamos: pómulos más prominentes, ojos más pequeños y los párpados más levantados. Desde entonces, su drástico cambio estético recibió una catarata de críticas por un supuesto abuso de cirugías. Las imágenes de su Instagram confirmarían su exceso en el quirófano.
Considerada una de las estrellas más sensuales de la industria del cine, muchos de sus fanáticos aseguraron que su "nueva cara" era producto del maquillaje. Pero las últimas selfies que la diva publicó en sus redes sociales, revelarían que efectivamente se sometió a una serie de tratamientos estéticos, para "renovar su imagen".
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Aunque esta tendencia es habitual entre las actrices del ambiente, ahora Zeta-Jones casi no tiene líneas de expresión en su frente y cuando se ríe ante la cámara ya no podemos distinguir su característica sonrisa. Hasta sus cejas parecen más arqueadas de lo común.
Saturday, selfie, stripes. #SelfieSaturday
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El mes pasado, la diva estrenó la película "Cocaine Godmother", en donde encarna a Griselda Blanco, la madrina del narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Sin embargo, las exigencias de su personaje no habrían sido el motivo oculto de su nuevo rostro.
Esta no sería la primera vez que la actriz queda envuelta en un escándalo por su apariencia. En 2015, la estrella causó polémica en la prensa internacional por su extrema delgadez. Aunque muchos lo asociaron con varios episodios de salud que tuvo que superar, como un trastorno de bipolaridad, y el cáncer de garganta que padeció su marido, Michael Douglas.
