Tras la polémica que desató su “humorada” a Jorge Lanata en la entrega de los Martín Fierro 2017, Diego Brancatelli rompió el silencio. Fue después de que Santiago del Moro, su compañero de programa en Intratables, consideró que lo que hizo “fue de mal compañero” y de que Daniel Vila, presidente de Grupo América, dejó la puerta abierta a una posible sanción para el periodista.
"Lo único que voy a decir es que lo hecho fue con buena onda, para cerrar la grieta y si molesté a alguien le voy a pedir disculpas. Lamento que no hayan entendido o les haya caído mal. No era mi intención, al contrario", dijo el panelista. Con esas palabras, Brancatelli aclaró a Clarín que no volverá a hablar sobre la caja de huevos y la muñeca “Cristinita” que le regaló a Lanata en la entrega de premios y contó que está de vacaciones, algo que tenía programado desde diciembre.
Antes Daniel Vila, dueño de América, había calificado su actitud como “muy desagradable” y opinó que “opacó el premio del programa”. “Si el canal decide que él no esté más, entonces no estará más”, confirmó en diálogo con la radio La Once Diez. Cuando a Brancatelli le preguntaron por los dichos del empresario, evitó dar más detalles y dio por terminada la conversación.
A este revés se sumaron las declaraciones de Del Moro, que en su programa tildó al periodista de “mal compañero” y le reclamó: “Si hubiera ganado su Martín Fierro podría haber hecho lo que quiera con los huevos porque era su premio. Pero este era el premio de todos”.
El domingo, Diego Brancatelli subió con sus compañeros de Intratables a recibir el premio al Mejor Programa Periodístico e intentó hacerle un chiste a Jorge Lanata con una muñeca de Cristina Kirchner y una canasta de huevos. Tras bajar del escenario, aclaró: "Saqué la caja con los huevos porque me los tienen llenos con la pesada herencia. Tengo buena onda con Lanata. La mejor forma de ponerle buena onda es regalarle la Cristina de la Suerte (por la muñeca que luego le entregó). La verdad es que fue medio bizarro. Muchos no entendieron, pero había que romper el hielo. Venía todo muy formal, muy livianito".
