Drama, acción, suspenso, tensión, muerte. Todas estas características fueron entrelazadas de una manera magistral en la serie Breaking Bad. Pero hay algo que muchos no saben sobre su elenco. Los principales actores, además de interpretar a la perfección los duros roles que hicieron, son excelentes comediantes. Bryan Cranston, sobre todo. Eso quedó demostrado este fin de semana durante el show de Jimmy Kimmel.
En el famoso late night show el ex Walter White tuvo un disparatado reencuentro con varios de sus compañeros de andanzas en la desértica Albuquerque. Cranston hizo una divertida y extensa parodia, en la que también intervinieron Bob Odenkirk, el gran abogado chantún Saul Goodman; Charles Baker, que hacía del adicto Skinny Pete; y como broche de oro, Aaron Paul, el famoso Jesse Pinkman, eterno ayudante de White.
Los actores demostraron que saben muy bien hacer humor, en una sátira del reality My Super Sweet 16 que el presentador Kimmel rebautizó como My Sweet 60 (Mis dulces 60). Cranston se interpreta a sí mismo como un "nene" malcriado, narcisista y caprichoso que le pide a sus padres las cosas más ridículas y costosas para su mega fiesta de 60 años.
* Frente a frente, otra vez, los dos protagonistas de Breaking Bad.
"Me siento como que soy mucho mejor que todos ustedes", comentó Cranston luego de que su "asistente" le colocara en la cabeza, ¡cinco coronas de rey para usar en la fiesta! Sobre el final, vino el encuentro más esperado. Cranston con Paul, es decir, Walter con Jesse. Y, claro, fue la frutilla del postre. Los dos aparecieron en el festejo vestidos de la misma forma: ¡de leones!
"Arrastré tu culo durante 6 años. Andá a tu casa a cambiarte. No vas a robarte mi momento ahora", le imploró Bryan a Aaron. "Así que me vas a echar. Ok, cuando dije que me había gustado Trumbo (el film por el que Cranston fue nominado al Oscar), en realidad, ¡nunca lo había visto!", le reprochó el ex-Jesse. "Feliz cumpleaños, bitch", cerró, como todos esperaban.
Un gag que quedará para la historia.
