Detrás de los personajes que nos hacen reir a carcajadas, Gladys Florimonte esconde una difícil historia familiar.
En diálogo con la revista PRONTO, Gladys reveló que su padre le pegaba brutalmente y que esos episodios se desencadenaban porque era una nena "tremenda, un diablito". Inexplicablemente, la actriz eligió no condenar la violencia doméstica, aunque la sufrió de primera mano.
"A mis papás les hacía la vida imposible. Ellos eran muy mayores cuando me tuvieron. Mi mamá, María, me parió por parto natural a los 51 años. Todos le decían que abortara porque podía ser peligroso el nacimiento, pero sin embargo, nací", recordó.
Luego, Gladys relató una anécdota que la marcó para siempre. "Mi hermano se juntaba con sus amigos y a mí no me dejaban participar. Un día, me dijeron 'si querés jugar con nosotros, cuando pase la mujer de Don Hugo, el almacenero, decile 'chau, gorda p...'".
"Pasó la mujer, que pesaba como 200 kilos, y le grité de todo. Fue a quejarse a mi casa y mi papá me mató a palos. La empujó a mi vieja y me desfiguró a trompadas. Esa anécdota la tengo marcada porque mi viejo me agarró con un cinto y me dejó la boca hinchada de los golpes que me dio. Hasta me levantó fiebre ese día, la boca llena de ampollas", rememoró.
"Mi mamá por lástima me adelantó el huevito de Pascua que me había comprado. Ese fue un Jueves santo, y me dio el huevo. Me había cag.. tan a trompadas, que me dejó mal en serio", se lamentó la humorista.
Sin embargo, Gladys no le guarda resentimiento a su padre por su conducta agresiva: "Yo realmente le hacía la vida imposible. Tenía la mano pesada y tenía que sacar el cinto, porque realmente era una nena indominable".
Florimonte terminó su relato con otra historia increíble. Su segundo nombre es Julia y su padre se lo puso en honor a una amante que tenía en Córdoba. "Allí iban de joda en las vacaciones de invierno con mi padrino. Como yo nací en julio, tuvieron que volverse a Buenos Aires, y de castigo me llamaron Gladys Julia", cerró.
