Ettore Scola nació en Trevico, Italia, el 10 de mayo de 1931. Desde muy joven empezó a colaborar con la revista de humor "Marc'Aurelio", donde se contactó con figuras destacadas como Federico Fellini, Furio Scarpelli y Steno.
Empezó a dirigir en 1964, con el filme "Se permettete parliamo di donne", con Vittorio Gassman como protagonista. Genio inolvidable del cine italiano, en 1969 hizo "Il commissario Pepe" y un año después, "Dramma della gelosia - Tutti i particolari in cronaca".
Una de sus películas más importante fue "C'eravamo tanto amati" de 1974 en el que contó la historia de tres amigos Vittorio Gassman, Nino Manfredi y Stefano Satta Flores, todos enamorados de Luciana (Stefania Sandrelli). Tres años más tarde, regaló al mundo una de las joyas más importantes del cine mundial: "Una giornata particolare", protagonizada por Sophia Loren y Marcello Mastroiani y su amor a la sombra del fascismo, que se convirtió en un clásico.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, declaró que su muerte "deja un enorme vacío en la cultura" de ese país.
El ministro Cultura, Dario Franceschini, describió a Scola como "un gran maestro, un hombre extraordinario, joven hasta el último día de su vida".
Ci ha lasciato Ettore Scola. Un grande maestro, un uomo straordinario, giovane sino all'ultimo giorno della sua vita.
— Dario Franceschini (@dariofrance) enero 19, 2016Una de sus últimas películas fue "Che strano chiamarsi Federico!", un documental homenaje a Fellini que realizó en 2013 para conmemorar el vigésimo aniversario de la muerte del director de "Ocho y medio".
