"Mi amor, mi reina, mi princesa. Es mi vida, es todo. Y la estoy perdiendo. Vivo y me desvivo por ella". Así habla Alejandra Pradón de su hermosa perrita Bony, una Chow Chow de 12 años que hoy es su única e incondicional compañía y está muy grave.
Bony padece cáncer de mama avanzado y si bien veterinarios le aconsejaron a Pradón que la sacrificara en enero, ella se puso la lucha de su perra al hombro. "Me encargo de su tratamiento: le doy las inyecciones de quimioterapia, las pastillas de antibióticos, corticoides", contó la exvedette, muy conmovida, a la revista PRONTO.
"No dejo de llorar, no sé qué voy a hacer de mi vida sin ella. No puedo más. Quisiera que el dolor de ella sea el mío. Los animalitos son lo más grande que hay en la vida. Somos como una persona. ¡Es un amor tan grande! La miro a los ojos y me emociono", se sinceró.
Además, Alejandra contó que decidió comprar a Bony por recomendación de Marcelo Polino. "Él decía que me quería regalar un perro para no estar acariciando cualquier cosa, en referencia a hombres que pasaron por mi vida. ¡Tanta razón tenía Polino! ¡Tantos pelot... pasaron al lado mío y yo perdiendo tiempo!", recordó, con humor.
Bony y Alejandra hacen todo juntas. Ella la lleva cuando va a cenar afuera, a la peluquería, a los canales de TV a hacer notas. Cuando la perrita finalmente decida partir, eso cambiará. "Cuando pienso en eso, parece que mi corazón no está más", cerró Ale. ¡Fuerza Bony!
