Un señor de cuatro décadas que a lo largo de los años viene enamorando a jovencitas y no tanto, con un perfil entre misterioso y expuesto. Sagitariano, hombre de pocas palabras frente a los medios cuando de amor se trata, pero capaz de meterse en el ojo de la tormenta con mucha facilidad (al menos en amor y en política). Nos preguntamos, ¿qué esconde Martín Lousteau para ser deseado por algunas de las chicas más hot del espectáculo?
Empecemos por el momento en que se hizo “famoso”, durante su paso por el ministerio de Economía. Estaba de novio con Ana Paula Oriol, una abogada de Bahía Blanca, con la que había trascendido que se iba a casar. Esto finalmente no se concretó y llegó el turno de las chicas más mediáticas.
Primero fue Valeria Gastaldi, con quien a principios de 2009 tuvo un affaire que no fue confirmado por ninguno de los dos en su momento. Mucho tiempo después, cuando su hermanastra (Juana Viale) se involucró con su ex, ella reveló la verdad. “No me pareció nada bien que Juanita haya salido con el mismo hombre que yo", dijo en ese momento a la revista Para Tí, aunque evitó generar un conflicto.
Después, un romance blanqueado, con presentación familiar incluida, con fotos que salieron en las revistas más importantes. Fue con la menor de los Ortega, Rosario, que a los 23 cayó en los encantos de un hombre 15 años mayor. La relación duró alrededor de un año, y meses después empezó otra historia.
Escandaloso, sin dudas, fue el amor prohibido con Juanita Viale, que le dio al exministro fama de playboy. Ella, embarazada de seis meses, él soltero y despreocupado. Los dos en un auto en pleno Palermo y a la luz del día, fueron sorprendidos por paparazzis. Ambos se hicieron cargo pero no dijeron muchas palabras al respecto.
Ahora, nuestro latin lover conquistó a otra chica del espectáculo. Protagonista de telenovelas, actriz exitosa en teatro, Carla Peterson confirmó que está viviendo un romance con Lousteau. Claro que lo hizo de manera “cool”, al decir que está haciendo un curso en "Economía 3D".
Justamente, en su último libro, que lleva ese nombre, Lousteau se refirió al amor. Quizás recordar sus citas arroje luz sobre la pregunta inicial. “Probablemente los hombres no nos casaríamos si las mujeres no nos lo exigieran. Es que para nuestra estrategia procreativa nos conviene ir fertilizando libremente por ahí antes que tener que ser reproductores exclusivos de alguien”, dice en uno de los capítulos, y agrega: “Si no nos entregamos a eso es porque esa estrategia no funciona con ellas: cuando un hombre adquiere el rótulo de mujeriego o de fóbico al casamiento se le vuelve más difícil encontrar una pareja estable”.
Todo un misterio, ¿qué esconderá Martín Lousteau?
