La legendaria mansión de Frank Sinatra a las puertas de Los Angeles, escenario de fiestas, películas e incluso encuentros secretos entre Marylin Monroe y el presidente John Fitzgerald Kennedy, fue puesta a la venta por 12 millones de dólares.
La residencia, construida en los años 40 para la acaudalada heredera Dora Hutchinson, fue proyectada por los arquitectos que realizaron el aeropuerto de Los Angeles. Se trata de una mansión de mil metros cuadrados, con amplios ventanales, cuatro dormitorios, dos piscinas, gimnasio, una "dependence" de 100 metros cuadrados y casi 6 hectáreas de viñedos y bosque. Además, un piso entero de la vivienda está equipado como estudio de grabación.
La mansión, llamada Farralone, fue inaugurada en 1951 y acogió en sus fiestas a invitados del calibre de Ava Gardner, Lucille Ball o Judy Garland, entre otros. Sinatra la tuvo alquilada durante diez años en los que, además de disfrutarla, subalquiló la "dependence" a su gran amiga Marylin quien la usó para sus encuentros con el entonces mandatario estadounidense.
La piscina, en cambio, fue el telón de fondo de la última sesión de fotos de la actriz antes de su trágica muerte.
