Es el film de las mil polémicas. Cuando sale de un problema entra en otro, pero aún más grave. Es lo que pasa con Zero Dark Thirty, película sobre la muerte de Osama Bin Laden, dirigido por Kathryn Bigelow, que, según uno de los líderes republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Peter King, recibió un fuerte asesoramiento de la CIA para el armado del largometraje, que se estrenará en diciembre del 2012.
En un comunicado, King denuncia que unos correos entre oficiales de la Administración Obama y Bigelow evidencian una "estrecha colaboración, sin precedentes y potencialmente peligrosa para la seguridad del país".
El sitio web Judicial Watch publicó transcripciones de encuentros y conversaciones entre la directora, el guionista de la película, Mark Boal, y altos cargos de la CIA, el Departamento de Estado y la Casa Blanca.
“Los correos indican que a los cineastas se les permitió acceder a centros que son tan secretos que hasta su nombre aparece tachado”, agrega el comunicado de King. Y agrega: “Su contenido evidencia que fueron autorizados para visitar las cámaras acorazadas de la CIA, algo sorprendente para los que sabemos el carácter confidencial y delicado de los documentos que se guardan allí”.
Bigelow es la directora de Vivir al límite, que ganó del Oscar a mejor película en el 2009.
La producción de este nuevo film estuvo plagada de inconvenientes. En un principio quisieron filmarlo en Pakistán, pero el país asiático se negó, por lo que tuvieron que mudarse a la India, donde también hubo problemas con la oposición de los hindúes radicales. Además, pasó por un cambio de nombre (iba a llamarse Matar a Bin Laden, luego Caza y ahora Zero Dark Thirty) y de fecha de estreno (del 12 de octubre al 19 de diciembre). Queda claro: no le faltan contratiempos.
