Una de las denuncias sobre abuso sexual más resonantes de los últimos meses empezó a definirse ante la Corte. El actor Kevin Spacey estuvo ante el tribunal de Massachusetts en la audiencia preliminar al juicio que enfrenta por una presunta agresión sexual en 2016 contra un joven de 18 años. Sus abogados denunciaron que las pruebas en su contra fueron manipuladas.
La presencia de Spacey en el juzgado fue inesperada, ya que no era obligatorio que fuera. Hasta ahora, se había mantenido alejado de los tribunales durante todo el proceso, excepto en una mediática visita en enero que no pudo evitar.
La denuncia la presentó un mozo que trabajaba en un bar de la isla Nantucket (Massachusetts). Según el joven, el actor "le frotó el pene contra su muslo durante tres minutos". El abogado de Spacey le pidió al juez que exija una copia forense "completa e inalterada" de los datos del teléfono del denunciante. Según la defensa, contendría mensajes y fotografías que probarían su inocencia. Además consideró que la fiscalía presentó cargos contra el actor de forma prematura.
De acuerdo al relato, el muchacho empezó a hablar de manera amistosa con Spacey en el lugar donde trabajaba. En la primera conversación, le mintió sobre su edad al asegurar que tenía 23 años en lugar de 18.
El joven recordó que Spacey le compró varias bebidas alcohólicas -la edad mínima para beber alcohol es 21 años-, y le insistió varias veces para que fuera a su casa hasta que, más tarde, acarició su muslo y desabrochó sus pantalones. "Me frotó su pene durante unos tres minutos", sostuvo.
También aseguró que no sabía qué hacer porque no quería meterse en problemas por beber sin tener la edad permitida y publicó una grabación de parte del presunto roce sexual en la red social Snapchat. Spacey afronta una pena de hasta dos años de prisión si es encontrado culpable.
El defensor argumentó que las conversaciones entre el actor y el mozo demostrarían que mantuvieron un "coqueteo consensual" y denunció que se presentaron algunas capturas de pantalla pero que fueron alteradas. Además, se quejó de que la fiscalía tuvo acceso al teléfono de la presunta víctima a fines de 2017 y no reveló esto hasta hace muy poco, algo que consideraron se ocultó a propósito.
