Aún faltan dos meses para el estreno de “Café Society”, la última película de Woody Allen y ya llegan noticias de su próximo proyecto. Como es habitual en su filmografía, los papeles femeninos tienen un lugar protagónico. Pero para un gran personaje se necesita una gran actriz y Woody supo elegir sus musas con especial inteligencia y buen gusto. Ahora, según la Revista Variety, la próxima elegida del viejo Woody es Kate Winslet.
Por el momento no se conoce el título, ni la sinopsis y tampoco el resto del reparto pero el encuentro entre el director y la actriz de Titanic es motivo suficiente para despertar mucha expectativa. Él es uno de los mitos vivientes del cine de de Hollywood y ella… es una de los rostros más versátiles de los últimos 20 años.
A Kate la descubrimos en “Criaturas celestiales”, de Peter Jackson, en la que interpretaba a una chica enamorada de una amiga a cuya madre asesinaron juntas. Luego participó de la exquisita “Sensatez y sentimientos”, adaptación de la novela de Jane Austen, junto aEmma Thompson, quién durante el rodaje le recomendó que aceptara la propuesta que le hizo James Cameron. Así fue que dijo sí al papel que cambiaría su vida: el de Rose en “Titanic” y se metió de lleno en la historia más grande del cine.
Como siempre después de un gran éxito, vino un período de selección muy cuidadosa de sus proyectos de y extra cinematográficos (ya que se confirmó en una figura requerida por diseñadores y cosméticos). Así fue como la vimos en “La vida de David Gale”, “El Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, “The Reader” (por el que ganó el Oscar), “Revolutionary Road”, “Un dios salvaje” y recientemente en “Steve Jobs”, por la que volvió a ser nominada por la Academia.
En cuanto a Woody Allen, cada musa marca una época. En sus primeros años, la preferida era Diane Keaton. Fueron pareja en la vida real y rodaron algunas de las joyas de Hollywood: “El dormilón”, “Annie Hall” (que le permitió ganar un Oscar) y “Manhattan”.
Luego vino la era Mia Farrow. Juntos en la vida y en la ficción, hicieron una decena de películas increíbles (“Hannah y sus hermanas”, “La otra mujer”, “Septiembre, “Alice”, etc). Parecía que habían encontrado la fórmula perfecta: convivencia cama afuera y trabajo en común hasta que un día el sueño se terminó. Entonces empezó la pesadilla de una separación escandalosa.
