Apartado y molesto, así se sintió el actor Jared Leto cuando se enteró que el proyecto del director Todd Phillips para la película Joker no contaría con él como protagonista, sino con Joaquin Phoenix. Hasta aquí todo normal, dentro del juego de egos de un actor que se había esforzado mucho para destacar en su interpretación del mismo personaje en la película Escuadrón suicida, de 2016. Lo que se sale del guion es que en su afán por no perder el personaje, Leto intentara maniobrar a través de su agentes de CAA, una de las más poderosas compañías de representación de actores, y que insistiera a través de su agente en el terreno musical, Irving Azoff para que el mensaje llegara de una forma o de otra a Warner, la compañía que respaldaba el proyecto.
De acuerdo a The Hollywood Reporter Leto dedicó meses a meterse en el papel de Joker e incluso se empeñó en aterrorizar a sus compañeros de reparto con "originales" y terroríficos regalos para hacerse notar: una rata viva para Margot Robbie, balas para Will Smith e incluso un chancho muerto que llegó para todo el elenco de la película durante un ensayo.
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Pero una fuente próxima al rodaje afirmó que nada de todo eso pareció conformar al director con la actuación y que, entonces, el Joker de Leto quedó reducido a solo 10 minutos en el film. De hecho durante la rueda de promociones, el actor hablo mucho con los medios sobre la cantidad de escenas de su Joker que se habían cortado del metraje. Una fuente que conoce la situación afirma que el intento de Jared Leto de "inventar un lugar para sí mismo en la película fue contraproducente".
Aún así se sintió molesto con el nuevo proyecto de Todd Phillips que lleva recaudados más de 700 millones de dólares desde su estreno y que ubicó a Joaquin Phoenix entre los posibles candidatos al próximo Oscar a mejor actor. Por eso Leto recurrió a sus agente para quejarse amargamente y pedir que hablaran con Warner. Lo mismo hizo con su representante musical, Irving Azoff, a quien pidió que llamara a un responsable de Time Warner o AT&T para que intercedieran con Warner y frenara el proyecto capitaneado por Phillips y Phoenix.
Según el medio especializado en Hollywood, los representantes de Leto niegan estas afirmaciones, pero ni Warner quiso manifestarse al respecto, ni Azoff lo desmintió. Después de fallar en su intento, Leto rompió una relación ya tensa con CAA, sus agentes cinematográficos, y también dio por terminada su colaboración con su agente musical. El éxito de la interpretación de Joaquin Phoenix le dejan pocas posibilidades a Leto, por no decir ninguna, de volver a interpretar al enemigo más conocido de Batman.
