Carrie Fisher tenía cocaína, morfina, codeína y oxicodona en su sistema cuando fue hospitalizada después de sufrir un ataque cardíaco masivo a bordo de un vuelo a LAX.
Se conoció la autopsia completa, incluyendo la toxicológica, que reveló la cantidad y variedad de drogas. Además de la cocaína y los opiáceos encontrados en un análisis de orina, también había una cantidad muy pequeña de MDMA, comúnmente conocido como éxtasis, y heroína. No se pudo determinar la dosis y el tiempo en que se tomaron ambos fármacos.
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El informe dice que no está claro qué papel jugaron las drogas en la muerte de la actriz el 27 de diciembre. El forense anunció que "la apnea del sueño y otros factores indeterminados" fueron las causas del ataque cardíaco.
"Mi madre luchó toda su vida contra la adicción a las drogas y las enfermedades mentales. Finalmente murió por ello", afirmó la hija de la actriz, Billie Lourd, a la revista People. "Habló de la vergüenza que atormenta a las personas y a las familias que se enfrentan a esas enfermedades. Sé que a mi madre le habría gustado que su muerte animase a la gente a abrirse respecto a sus problemas".
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Carrie Fisher, conocida mundialmente por su interpretación de la princesa Leia en la saga de Star Wars, murió el pasado 27 de diciembre a los 60 años, varios días después de haber sufrido un incidente cardíaco en pleno vuelo de Londres a Los Ángeles y tan sólo un día antes que falleciera su madre, la también actriz Debbie Reynolds.
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