Sean “Diddy” Combs toda la vida intentó aparentar más de lo que consiguió. Siempre buscó mostrarse poderoso y se vanagloriaba de ser el rapero con mejores contactos del mundo artístico. Esa forma de ser no la cambió ni siquiera cuando entró por primera vez a la sala en la que se lo está juzgando por tráfico sexual y abusos reiterados. Aquel día clave le hizo un corazón con la mano al jurado para lucir “simpático”.
Esta vez no tuvo la complacencia habitual que generaba hasta no hace mucho. Alguien que le puso un freno. Durante esa audiencia, el magistrado Arun Subramanian que lleva adelante la causa le prohibió tener contacto visual con los ocho hombres y las cuatro mujeres del jurado y evitar así este tipo de gestos. Un símbolo de lo que se le puede avecinar.
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Tras más de un mes de juicio, el cantante enfrenta de manera certera la posibilidad de recibir una sentencia de cadena perpetua por los delitos que aseguran que cometió. En pocos días se sabrá cuál será su futuro.
Cassie Ventura, la exnovia de Diddy que lo hundió
La primera que fue implacable en contra de Diddy fue Cassie Ventura. La cantante fue novia del rapero desde 2006 hasta 2018 y la violenta separación que tuvieron terminó por hacer explotar el caso.
Casandra Ventura, su verdadero nombre, declaró que durante años estuvo sometida a una relación de desigualdad con Diddy a quien acusó de haberla violado, golpeado y obligado a participar de fiestas sexuales degradantes. En esas celebraciones, a las que ella llamó Freak Offs, había drogas y participaban famosos.
La cantante explicó que aceptó un acuerdo económico en su momento, de 20 millones de dólares, y que estaba por firmar otro de 10 millones el día en trascendió el video en el que Diddy la golpeó en el pasillo de un hotel. Las imágenes destaparon el caso.

“Devolvería ese dinero si nunca hubiera tenido que participar en esos Freak Offs”, comentó ante la Justicia la joven, que está otra vez en pareja y formó una nueva familia.
Lo que pasaba dentro de las habitaciones de los hoteles a los que iban para tener las fiestas sexuales era muy violento, de acuerdo al testimonio de Cassie. Tan mal dejaban la habitación, que Diddy pagaba multas muy elevadas por el destrozo que hacían.
“Era repugnante. Era demasiado. Era abrumador. Me pegaba en la cabeza, me tiraba al suelo, me arrastraba, me pateaba, me pisoteaba en la cabeza si estaba en el suelo”, describió, en una de las jornadas del juicio, con su voz entrecortada.
La motivación de Cassie por denunciar a Diddy pasó por su deseo de recuperarse de la toxicidad en la que estaba metida y, además, el temor a morir.

“Me preocupaba mi seguridad y mi carrera. Pero también estaba enamorada de él, así que me preocupaba que no quisiera estar conmigo”, comentó, sobre por qué accedía a tener relaciones con otros hombres en las fiestas que organizaba el productor musical.
La situación personal de Cassie durante los últimos años de relación era muy mala y cada vez consumía más drogas. “No quería sentir lo que estaba pasando realmente en mi mente, en mi vida, en tiempo real. Era sólo una vía de escape para mí”, recordó, ante el jurado.
Años después de la separación, en 2023, Cassie hizo una terapia de desintoxicación porque no podía controlar el consumo. “Me estaba volviendo loca. No quería seguir viviendo”, remarcó.
“Jane”, la amante de Diddy que es clave
Además de Cassie, hay otra mujer que durante días declaró contra el rapero. Se trata de “Jane”, una chica que tuvo una relación entre 2021 y 2024 con el músico. Sus palabras lo hundieron ante el estrado.
La joven, cuya verdadera identidad se mantiene en reserva, dijo que Diddy la obligó a tener encuentros sexuales con otras personas sin que ella estuviera de acuerdo. Siempre lo hacían en diferentes hoteles.
“Jane” le contó al jurado que tras varios meses de una relación apasionada con el acusado, Diddy la fue convenciendo de que tenía fantasías de verla tener sexo con otros hombres, hasta que se concretaron las relaciones.

“Abrí una puerta incapaz de cerrar”, indicó la joven a las fiestas que organizaba Diddy. “Jane” las referenció como “noches de hotel”, que se hacían en secreto y llegaban a durar hasta tres días. Esta manera de actuar del cantante es muy similar a la forma en la que accionaba cuando estaba con Cassie.
La joven seguía estando en la relación por temor a que la dejara sin vivienda. “Mi sentimiento de obligación empezó a surgir del hecho de que mi pareja estaba pagando mi alquiler”, comentó.
“Jane” describió que era el propio productor el que estaba en todos los detalles de la puesta en escena de las fiestas sexuales al comprar lencería provocativa, colocar luces roja ambientales en las habitaciones y al conseguir drogas y llevar abundante aceite para bebés.
Por qué Diddy está más cerca de recibir la cadena perpetua
Los testimonios de “Jane” y Cassie no son elementos aislados en el juicio que se desarrolla en los tribunales de Manhattan desde principios de mayo. Hay decenas de exempleados de la discográfica del rapero que respaldan las voces de esas mujeres.
Una de esas personas es “Mia”, una joven que declaró bajo una identidad falsa. La exasistente de Diddy, una de las más cercanas, testificó que muchas de las historias violentas que relató Cassie fueron ciertas porque ella fue testigo.

Entre los varios episodios que sintetizó, “Mia” enumeró que Cassie tenía sistemáticamente los labios hinchados o los ojos morados, algo que debía curar o disimular antes de las alfombras rojas a las que iba siempre por algún estreno de Hollywood. Un día, declaró, escuchó cómo Diddy amenazaba de muerte a la cantante.
La conjunción de testimonios ubican al rapero en un lugar cada vez más complicado ante la Justicia. Con la gran cantidad de pruebas que hay, el proceso podría definirse muy pronto, incluso, antes de tiempo. De acuerdo a lo que publicó The Washington Post, la fiscal Maurene Comey aseguró que la decisión final podría adelantarse para la semana que viene, entre el miércoles y el viernes.

Diddy, que conoce esta situación, intenta armar cierta puesta en escena. Al igual que el gesto que hizo del corazón con la mano hacia el jurado en los primeros días de audiencia, esta semana buscó impresionar a la prensa de otra forma.
El jueves llevó un libro al escritorio en el que se tuvo que sentar que se llama The Magic Of Believing: The Classic Guide To Unlocking The Power of Your Mind (La magia de creer: la guía clásica para liberar el poder de tu mente). Muchos creen que con ese libro de autoayuda intenta dar un mensaje hacia el afuera.
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Más allá de cualquier señal que intente hacer llegar, el único indicio de la realidad que hay son su aspecto: notablemente envejecido, canoso y sin ninguna prenda glamorosa, Diddy está golpeado por las pruebas en su contra. El rapero está cada vez más cerca de una condena a cadena perpetua.