La película Jesús de Nazaret, una icónica producción dirigida por Franco Zeffirelli en 1977, reafirma su status de clásico todas las navidades, cuando distintos canales de televisión de todo el mundo vuelven a ponerla en pantalla. En el centro de esta obra monumental está Robert Powell, el británico cuyo rostro se convirtió en la imagen universal de Cristo.
Pero, 47 años después del estreno, muchos se preguntan qué es de la vida del actor que interpretó a Cristo y casi muere en medio de la película.
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Hoy, a sus 79 años, Powell disfruta de una vida tranquila en Inglaterra junto a su esposa, lejos del ruido mediático. A pesar de los numerosos papeles que interpretó tras Jesús de Nazaret, para millones de personas seguirá siendo el rostro del Mesías, un legado que, según el actor, es tanto un honor como una responsabilidad.
En 2013, comunicó su decisión de retirarse de la actuación, y hasta ahora solo trabaja aportando su voz para producciones animadas o en locuciones. En la actualidad, se dedica a escribir novelas y a dictar charlas sobre literatura.
Cuando Powell hizo el casting para la película, su intención era interpretar a Judas Iscariote, un papel que le había sido sugerido por la esposa de uno de los productores. Sin embargo, su presencia y, sobre todo, sus impactantes ojos, lo llevaron a ser elegido como el Mesías, desbancando a actores de la talla de Al Pacino, Dustin Hoffman y Robert De Niro, quienes habían sido considerados para el rol.
La caracterización de Powell como Jesús no solo redefinió cómo se lo representaba en el cine, sino que también tuvo un profundo impacto cultural. Antes de esta película, no existía una imagen tan estandarizada de Cristo, pero después del estreno, su rostro se convirtió en el modelo predominante: cabello largo, barba, piel clara y ojos claros.
Este último detalle fue logrado con un truco de iluminación que hacía que sus ojos verdes parecieran azules y más cristalinos. Además, Zeffirelli le prohibió parpadear en muchas escenas, buscando transmitir un aura divina.
Detrás de la perfección estética, Powell enfrentó retos tanto personales como profesionales. En ese momento, convivía con Barbara Lord, con quien no estaba casado, lo cual generó controversias en las altas esferas del catolicismo y titulares sensacionalistas como “Jesús vive en pecado con su novia”. Ante la presión, Powell contrajo matrimonio con Lord, con quien más tarde tuvo dos hijos.
El accidente que casi le cuesta la vida en la filmación
Sin embargo, el mayor peligro que enfrentó durante la filmación no fue mediático, sino físico. Durante la escena de la crucifixión, una de las más icónicas de la película, Powell estuvo a punto de perder la vida. La cruz de más de cuatro metros de altura, donde estaba sujeto, se tambaleó cuando la cuerda que la sostenía se rompió. Un cámarografo logró evitar una tragedia al sostenerla a tiempo.
Tras el éxito de Jesús de Nazaret, Powell recibió miles de cartas diarias de admiradores y su imagen adornó iglesias y hogares en todo el mundo. Sin embargo, el actor no permitió que este rol definiera su carrera. Continuó trabajando en teatro, cine y televisión, aunque jamás volvió a alcanzar la misma fama global.
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En una entrevista, Powell reveló una anécdota que ilustra el impacto duradero de su interpretación. Durante un viaje a Venezuela, entró en una iglesia donde lo abordó un feligrés emocionado al reconocerlo: “La imagen detrás del altar es usted”, le dijo. Años después, Powell admite que ese tipo de situaciones siguen ocurriendo, aunque cada vez menos.
Franco Zeffirelli logró inmortalizar a Powell como Jesús, y aunque su carrera continuó por otros derroteros, su paso por Jesús de Nazaret marcó un antes y un después en su vida y en la historia del cine religioso. Powell puede haber dejado atrás el papel, pero el papel nunca lo dejó a él.