Michael Richards alcanzó el estrellato con papel de Cosmo Kramer en la serie de comedia Seinfeld. Sin embargo, su trayectoria como actor sufrió un fuerte declive lugo de protagonizar un escándalo racista en 2006 que lo marcó para siempre. Ahora, a sus 75 años, vive alejado de la exposición pública y afronta una batalla reciente contra el cáncer de próstata.
Desde su primera aparición en 1989, el personaje Kramer se ganó rápidamente el cariño de la audiencia y Michael Richards se convirtió un ícono de la televisión. Gracias a su interpretación, ganó tres premios Emmy consecutivos. No obstante, tras el final de la serie en 1998, no supo mantener ese éxito.
En 2000, intentó lanzar su propio programa, The Micahel Richards Show, pero el proyecto fracasó y fue cancelado tras solo ocho episodios. Una suerte similar tuvieron sus excompañeros de elenco, que tampoco lograron volver a triunfar en la pantalla chica, por lo que empezó a hablarse de “La Maldición de Seinfeld”.
El polémico incidente racista que marcó la vida de Michael Richards
El 17 de noviembre de 2006, durante una presentación en el Laugh Factory de Los Ángeles, Richards fue interrumpido por varios miembros del público, en su mayoría afroamericanos, quienes se quejaban de su actuación. El comediante tuvo una impensada y demedida reacción: lanzó varios insultos racistas y referencias al linchamiento. “Hace cincuenta años te tendríamos colgado boca abajo con un tenedor en el trasero”, arremetió, además usar reiteradamente veces el término racial ofensivo “nigger”.
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Todo quedó grabado por las cámaras y el video rápidamente comenzó a viralizarse, lo que generó el rechazo y la indignación de los medios de comunicación y el público. “Él fue bajo, y yo fui aún más bajo. Ambos terminamos en el fondo del barril”, escribió en un extracto de sus memorias Entrances and Exits, en referencia al hombre que lo interrumpió ese día.
Tres días después del incidente, Richards apareció en The Late Show with David Letterman, donde ofreció una disculpa pública que fue transmitida en vivo. “No soy racista. Eso no es lo que soy”, remarcó, aunque no logró evitar el escándalo.
Sus compañeros de Seinfeld, Jerry Seinfeld, Jason Alexander y Julia Louis-Dreyfus, lo apoyaron en privado, aunque Richards confesó que se sintió “avergonzado” y “preocupado por el desastre que se derramaba sobre ellos”. En lugar hacerle frente a los medios, se inclinó por un retiro temporal. La actriz Frances Fisher le aconsejó viajar y alejarse del foco mediático y así fue que se mudó a México, mientras que luego hizo un viaje espiritual junto a su novia por Camboya, India y Tailandia.
Qué es de la vida de Michael Richards
Durante estos años de retiro mediático, Richards dedicó su tiempo a la lectura, la religión y la filosofía. También se enfocó en la escritura de sus memorias, publicadas en junio de 2024. “Tenía más de 40 diarios que había llevado a lo largo de los años y quería hacer una revisión completa de mi vida”, explicó. Ahora vive junto a su esposa, la actriz Beth Skipp, y su hijo, Antonio.
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En 2018, Richards enfrentó otro desafío: un diagnóstico de cáncer de próstata. En una entrevista con People, recordó el momento en que recibió la noticia y aseguró que creyó que era su “momento de partir”. Sin embargo, el deseo de ver crecer a su hijo, que en ese entonces tenía 9 años, lo motivó a someterse a un tratamiento. “Si no hubiera hecho la cirugía, probablemente habría muerto en unos ocho meses”, reveló.
Recientemente, Richards hizo una aparición en la alfombra roja de la película Unfrosted: The Pop-Tart Story, un proyecto de su amigo y excompañero de Seinfeld Jerry Seinfeld. Esta es una de las pocas reapariciones públicas desde el escándalo de 2006.