En marzo de 2010, apenas un mes después de dedicarle a Jesse G. James su premio Oscar como mejor actriz por Un sueño posible y de la adopción de su primer hijo, Louis, Sandra Bullock se separó de su marido, un adicto al sexo, por una serie de infidelidades.
La protagonista de Máxima velocidad y Miss Simpatía, nacida el 26 de julio de 1964 en Arlington, Virginia, siempre soñó con tener una familia “perfecta” y “tradicional”, con un marido bueno y trabajador y varios hijos.
Y se había casado muy enamorada con el empresario y presentador de televisión Jesse G. James, propietario de West Coast Chopper Motorcycle Company, en julio de 2005. Lo había conocido el año anterior, cuando él conducía un reality llamado Monster garage, al cual ella llevó a su sobrino. Hubo flechazo y el casamiento se celebró en el rancho de la actriz en Santa Bárbara, California.
Sandra Bullock: el derrumbe del “mundo perfecto”
Después del premio y la adopción de Louis, un bebé huérfano sobreviviente del terremoto de Haití, Sandra Bullock descubrió la infidelidad de su marido con una tatuadora y faltó a la presentación de la película Un sueño posible en Londres. Por su parte, su esposo pedía perdón “por el dolor y la vergüenza”, pero aseguraba que “la infidelidad es parte de la vida”.
Enseguida, los medios anunciaron que las infidelidades eran muchas. A partir de entonces, la actriz abandonó la casa familiar y se dedicó a la crianza de su bebé. Y en 2015 también adoptó a la pequeña Laila, una nena de tres años y medio que vivía en un orfanato.
Mientras tanto, su exmarido se internó en una clínica para rehabilitarse de su adicción al sexo y salvar su matrimonio. Pero la actriz nunca lo perdonó y un mes después le pidió el divorcio.
Varias mujeres compartieron pruebas de sus affaires con el marido de la actriz, aunque se disculparon porque el mecánico de motos les decía “que estaba divorciado”. El diario Los Angeles Times descubrió que Jesse G. James anunciaba en las páginas de citas que buscaba “mujeres tatuadas, de pechos grandes y que estén buenas”.
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Así conoció a varias, que se convirtieron en sus amantes durante muchos meses. La tatuadora Michelle “Bomba” McGee contó que por casi un año tuvo sexo con el hombre en el garaje de su casa, mientras Sandra Bullock estaba filmando la película que la hizo ganar el Oscar.
Y la stripper Melissa Smith también aseguró que había tenido sexo con él durante muchos meses después de conocerse en My Space, y le pidió perdón a la actriz por eso.
La llegada del amor verdadero
En el casamiento de Jennifer Aniston y Justin Theroux, en 2015, conoció a quien se convirtió en su príncipe azul. Era el ex modelo y fotógrafo Bryan Randall. Esa noche charlaron mucho y ella lo invitó a fotografiar a su hijo durante su cumpleaños número cinco.
La pareja convive desde hace mucho tiempo y juntos crían a los dos hijos que la actriz adoptó. Sus amigos refieren que Randall es una figura paterna para ellos y, aunque tiene otra hija de un matrimonio anterior, trata a los chicos como si fueran propios: los ayuda en las tareas de la escuela y los lleva a todos los cumpleaños y deportes.
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La protagonista de Miss Simpatía contó en una entrevista en The Sun en 2018 que su divorcio le rompió el corazón. “Literalmente estuve en el suelo y pensé que tendría el corazón roto para siempre. No sabía cómo seguir, por eso decidí tomarme tiempo para asimilarlo”, aseguró.
Sin embargo, Sandra Bullock hoy apuesta por su familia, por eso, deja por un tiempo de grabar películas lejos de su casa.
