Nunca antes se había mostrado así. Tom Holland se sintió en un espacio muy seguro en la entrevista que dio para el podcast On Purpose With Jay Shetty y dio declaraciones que retumbaron en todos los portales del mundo: reconoció que fue adicto al alcohol, que ya no toma hace más de un año y medio y que no le gusta para nada la industria de Hollywood.
En la extensa charla que tuvo con el periodista Jay Shetty, la figura del cine que todavía viste el traje de Spider-Man contó por qué decidió dejar de tomar alcohol, luego de haber tenido años de excesos.
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Qué dijo Tom Holland sobre su adicción al alcohol
Durante casi dos horas, Tom Holland habló de su infancia, su vida profesional y las complicaciones que tuvo a lo largo de sus 27 años, en medio de un cambio profundo en su manera de elegir papeles y trabajos. En un momento, se sinceró sobre su adicción a la bebida. “Estoy feliz de decirlo: definitivamente era adicto al alcohol. No le escapo a eso en lo absoluto”, enfatizó el actor que puntualizó que no toma este tipo de bebidas desde enero de 2022.
De acuerdo a lo que dijo Holland, la situación se fue dando sin que él lo buscara. “Es interesante porque no me desperté un día y dije ‘voy a dejar de beber’. Yo, como muchos británicos, tuve un diciembre muy, muy borracho, ya que siempre pude beber mucho”, analizó.
Hay un juego viral que propone tener un “Enero seco”, es decir, durante un mes, después de las Fiestas, no probar nada de alcohol. Holland manifestó que una vez que pasó ese lapso de tiempo, se sintió mejor, pero empezó a obsesionarse con la bebida. Ahí descubrió que enfrentaba algo más difícil de sobrellevar.
“Me despertaba pensando. Miraba el reloj cuando eran las 12. Realmente me asustó. Simplemente dije, ‘tal vez tengo un tema con el alcohol’”, detalló. Es así como siguieron pasando los días y Holland continuó sin consumir. “A los dos meses, todavía estaba luchando. Sentí que no podía tener una vida social, que no podía ir a un pub y tomar una gaseosa, ni salir a cenar. Realmente comencé a preocuparme mucho de que tal vez tenía un problema con el alcohol”.
Entonces, Holland llegó hasta los 6 meses sin tomar. En ese momento se dio cuenta de que podía manejar de manera diferente los problemas que aparecían. “Me sentí más feliz que nunca. Si las cosas salían mal en el set, lo que normalmente me haría enojar, las podía tomar con calma. Tenía una mayor claridad mental. Me sentí más saludable y me dije a mí mismo, ‘¿por qué estoy esclavizado a la bebida y tan obsesionado con la idea de tomar?’”, se preguntó.
Holland ya lleva un año y medio sobrio. “Ni se me pasa por la cabeza volver a tomar. Fue la mejor decisión. Si pudiera alentar a alguien a tomar menos, sería genial. Pero no quiero empezar a meterme en el mundo de ‘tenés que dejar de beber’, porque no me corresponde a mí decirlo”, comentó.
Esta situación generó que lentamente se vaya separando del ambiente que lo rodeaba y empezara a mirar de otra forma a la industria. “Soy un gran fanático de hacer películas, pero realmente no me gusta Hollywood; no es para mí. El negocio me asusta. Entiendo que soy parte, pero siempre estoy buscando formas de alejarme y de vivir una vida lo más normal posible”, remarcó.
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Hace unos meses, Holland había contado que puso en pausa la actuación, justamente, en el contexto de todo este cambio que está experimentando. “Simplemente estoy muy interesado en concentrarme en lo que me hace feliz, que es mi familia y mis amigos”, cerró.