Pamela Anderson y el baterista de Mötley Crüe, Tommy Lee, se grabaron en 1995 teniendo relaciones sexuales durante su luna de miel. En ese entonces, lejos estaban de imaginar que les robarían ese video privado y que las imágenes darían la vuelta al mundo. A sus 56 años, la modelo recuerda ese episodio como el mayor escándalo de su vida.
La actriz nació el 1° de julio como Pamela Denise Anderson en Ladysmith, Canadá. Lejos de tratarse de una filtración accidental, tal como les sucedería a varios famosos durante los próximos años, existe detrás de aquella cinta íntima una increíble historia que tiene varios condimentos como armas, robos y dinero. Incluso se convirtió en una miniserie con la producción del servicio de streaming Hulu.
Leé también: Leé también: De Pamela Anderson a Colin Farrell: las celebridades que sufrieron la filtración de un video íntimo
Todo comenzó en la luna de miel de Pamela Anderson y el rockero Tommy Lee, que se casaron el 19 de febrero de 1995 tras haber tenido su primer encuentro íntimo apenas 96 horas antes. Durante su festejo en Lake Mead, Estados Unidos, grabaron un video sexual de 54 minutos y luego lo guardaron en una caja fuerte bajo llave.
Las cosas empezaron a salirse de control cuando fotos explícitas, que habían sido robadas a la pareja, fueron publicadas en las versiones francesa y neerlandesa de la revista Penthouse. Sin embargo, la modelo buscó desdramatizar las imágenes: “Cuando las vi, dije ‘Deberíamos enmarcarlas’”.
Sin embargo, después comenzó a circular el video que ambos habían grabado teniendo relaciones sexuales y que luego habían dejado en una caja fuerte. Luego de atar cabos, llegaron a la conclusión de que el culpable había sido el electricista Rand Gauthier, que había hecho a comienzos de 1995 varias reformas en la habitación de la mansión que Lee y Anderson tenían en Malibú.
Rand Gauthier, el ladrón del video sexual de Pamela Anderson y Tommy Lee
Gauthier, junto a su socio Troy Tomkins, había sido despedido por la pareja, que los echó sin pagarles acusándolos de que el trabajo estaba mal hecho. Entonces, Gauthier denunció que le debían 20.000 dólares. Cuando regresó a la casa a buscar sus herramientas, Lee supuestamente lo apuntó con un arma de fuego y lo echó de la propiedad.
Fue entonces que Gauthier comenzó a planear su venganza. Su plan fue robar la caja fuerte gigante que él sabía que estaba escondida en el garaje y que contenía las armas de Lee y las joyas de Anderson. Lo que no sabía es que también contenía el video sexual que ambos habían filmado.
Durante varias semanas, pasó la noche observando la mansión y pensando cómo llevar a cabo el robo. Cinco días antes de Halloween, el 31 de octubre, decidió que era momento de avanzar. Según él mismo contó, entró a la casa alrededor de las 3 de la madrugada, mientras la pareja dormía en el piso de arriba.
Después de desactivar las cámaras de seguridad que él mismo había instalado, fue al garaje y corrió la pared alfombrada que cubría la caja fuerte de casi dos metros de altura. La inclinó sobre una carretilla, la sujetó con sogas y la llevó hacia su camioneta. Otras versiones, sin embargo, aseguran que Tompkins lo ayudó, dado que sería imposible cargar con tanto peso por sí solo.
De allí, según la historia que Gauthier contó en 2014 a la revista Rolling Stone, la llevó hacia un lugar seguro donde la abrió con una sierra. Allí encontró fotografías, un Rolex, un reloj Cartier de oro y diamantes y varias joyas. También halló el casete con el video sexual, que no tardó en llevárselo a Milton Ingley, un productor y director pornográfico. Para entonces, Gauthier trabajaba en la industria del porno bajo el nombre de Austin Moore: llegó a grabar al menos 75 videos.
Luego de hacer algunas copias, Gauthier e Ingley destruyeron el original. Entonces, empezaron a buscar distribuidores para ganar dinero. Sin embargo, ninguna empresa quería correr el riesgo ya que se sabía que el material era robado. Finalmente, llegaron a Louis “Butchie” Peraino, hijo de Los Colombo, una familia mafiosa de Nueva York.
Leé también: Las mejores portadas de Pamela Anderson en Playboy
Él les prestó 50.000 dólares para distribuirlo por Internet y recibir intereses. Ingley sólo utilizó una cuarta parte para crear sitios web como “pamlee.com” y “pamsextape.com” y para crear copias del video para vender a 59,95 dólares. Para entonces, Lee y Anderson ni siquiera se habían dado cuenta que les faltaba la caja fuerte y recién hicieron una denuncia a comienzos de 1996.
Lo cierto es que Gauthier finalmente no pudo hacer dinero, dado que muchos comenzaron a hacer sus propias copias del video y a venderlas más baratas. Por el contrario, terminó debiéndole dinero a la mafia de Nueva York y afrontó varios problemas.
