El reconocido comediante y conductor Jay Leno, que durante más de dos décadas fue el rey de la televisión nocturna de Estados Unidos, al frente de The Tonight Show, se hizo fanático de las carreras durante su infancia, cuando comenzó a admirar a Juan Manuel Fangio, a quien definió como “el campeón más grande de todos los tiempos”.
Nació en Nueva Rochelle (estado de Nueva York) el 28 de abril de 1950 como James Douglas Muir Leno. Su fanatismo por el quíntuple ganador de la Fórmula 1, de quien conserva el trofeo de 1951 que recibió como obsequio, explica también por qué tiene debilidad por los autos fabricados en la Argentina, donde aseguró que hay “creaciones únicas”.
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Justamente, Jay Leno tiene dos reliquias argentinas entre las más de 120 joyas que colecciona en su garage. Se trata de tres réplicas de Alfa Romeo, Fiat y Bugatti, que fueron construidas en la fábrica de autos artesanales Pur Sang, creada en 1982 por Leónidas Jorge Anadón en Paraná, capital de Entre Ríos.
A las tres unidades les dedicó un capítulo especial en El garaje de Jay Leno, el programa en el que combina su increíble sentido del humor y su gran pasión por los autos y las motos. Comenzó hace más de una década en YouTube, mientras que en 2016 escaló el formato a la pantalla de History.
Las réplicas que Jay Leno compró en la Argentina
Entre las tres réplicas que compró en Argentina, se destaca el Fiat Botafogo Special de 1917. Construida sobre la base de un motor de avión utilizado en la Primera Guerra Mundial, cuenta con seis cilindros enormes y una cilindrada increíble de 21,7 litros.
Fue construido por un piloto argentino llamado Adolfo Scandroglio, que buscó hacer su propia versión del Fiat Memphistopheles de Sir Ernest Eldridge. Como no tenía sistema de frenos, le puso una especie de gancho en el frente, para evitar, en caso de salirse de la carretera, ser decapitado por los típicos alambres que separan los campos de las rutas argentinas.
A pesar de sus esfuerzos por reducir el peligro, Scandroglio murió en un accidente. Durante muchos años, se creyó que el auto estaba perdido. Pero la fábrica Pur Sang lo encontró en la década del 90 y lo restauró a la perfección.
Otra de las joyas que le compró a la fábrica Pur Sang es la réplica del Bugatti Type 35 1927. Antes de la Segunda Guerra Mundial, los autos más lujosos, rápidos y costosos eran los Bugatti, por encima de los Roll-Royce, los Ferrari, los Bentley y cualquier otro.
No solo tuvieron éxito en Europa sino también a la Argentina, donde fueron importadas en la década del 20 por el argentinos Luis Tirasso. Los modelos más vendidos de este lado del charco fueron los Bugatti Type 35 y Type 37, muchos de ellos destinados a competir.
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En el caso de los Type 35, sólo se construyeron 38. Ese es el modelo insignia y más demandado en Pur Sang, que construye una veintena de réplicas al año. Su precio no es para nada barato: el Pur Sang Type 35 Grand Prix 1927 Replica fue subastado por RM Sotheby’s en 2020 por 249.000 dólares.
“¿Qué hacés cuando te gusta conducir con fuerza los Bugatti pero no querés dañar una pieza histórica? Para eso compré este Type 35, que no fue hecho en Francia por Bugatti, sino en Argentina”, contó Jay Leno en uno de sus episodios de YouTube.
La tercera joya argentina, también comprada en Pur Sang, es el Alfa Romeo Monza 1932 Réplica. “Este auto lo compré en Argentina. Pur Sang hace réplicas en el sentido puro de la palabra, porque es una copia exacta. Cada parte y detalles es idéntico a los del modelo de 1932”, explicó Leno.
Al referirse al precio, señaló que Pur Sang vende sus creaciones alrededor del 10 % de lo que valdría un original. Uno de los últimos Alfa Romeo Monza 1932 originales fue vendido en casi 7 millones de dólares, mientras que el precio de las réplicas de Pur Sang rondan los 450.000 dólares.
