Patricia Hitchcock, actriz e hija del recordado director Alfred Hitchcock, murió a los 93 años en su casa de Sherman Oaks, California, de acuerdo a lo que confirmaron sus familiares al sitio The Hollywood Reporter.
La intérprete había nacido en Londres en 1928 y era la única hija del cineasta y de su esposa Alma Reville. Tras mudarse a los Estados Unidos, cuando su padre fue contratado por David O. Selznick para dirigir Rebeca, comenzó a actuar de adolescente en musicales de Broadway como Solitaire o Violet a partir de 1943, apadrinada por el realizador.
En 2004 para el ciclo Las entrevistas: una historia oral de la televisión, Hitchcock habló sobre cómo era trabajar con su padre. “No había nada inusual en ello. Al igual que con cualquiera, discutíamos la escena y la hacíamos. No probamos cosas“.
Con respecto a su crianza, comentó que su padre “no creía en el castigo”. “Cuando hacía algo mal, él razonaba conmigo. A veces desearía que hubiera gritado más. Él decía: ‘¿Te das cuenta de cuánto nos has lastimado a tu madre y a mí?’ Por supuesto, quería que me tragara la tierra”, contó.
En ese reportaje, también, rememoró que era muy unida a su padre. “Los domingos, me llevaba a la iglesia con regularidad, hasta que pude conducir. Luego lo llevaba a él a la iglesia. Es por su diligencia que mi religión es tan fuerte hoy“, detalló, en ese momento.
La mayoría de las apariciones de la actriz, tanto en la gran pantalla como en la televisión, fueron en películas y series dirigidas o producidas por Hitchcock. De hecho, su primer trabajo en un largometraje estrenado en cines fue en Desesperación, en 1950, donde encarnó a la estudiante Chubby Bannister.
Luego de esta producción, hizo dos apariciones más en las películas del creador de Intriga internacional, en concreto, se dejó ver en Psicosis, de 1960, y en Extraños en el tren, de 1951, donde interpreta a Ruth Roman, la joven que desencadena con su rostro cándido y enormes lentes el recuerdo del último asesinato cometido por el villano al que encarna Robert Walker.
Uno de sus pocos papeles como protagonista lo tuvo en el quinto episodio de la primera temporada de Alfred Hitchcock presenta, llamado “La dama desaparecida”, que a su vez era una nueva adaptación del relato que inspiró a su padre para realizar la película de 1938, que tiene el mismo título.
Durante varios años formó parte de la Revista de Alfred Hitchcock como representante de la familia y colaboró con varias publicaciones, llegando a coescribir con Laurent Bouzereau un libro sobre su madre titulado Alma Hitchcock: The Woman Behind the Man.
