En su segunda semana en cartel, Black Widow tuvo una caída estrepitosa en la taquilla. El descenso se debió en buena parte a que su lanzamiento se realizó de forma simultánea en las salas de cines y en el servicio de streaming Disney+. De esta manera, millones de espectadores optaron por mirar el film desde la tranquilidad de sus casas.
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Esta estrategia comercial no estaba en el acuerdo que la protagonista Scarlett Johansson había firmado previamente con la Casa del Ratón, el cual contemplaba que su salario iba a estar ligado a los beneficios que la superproducción obtuviese en las boleterías. Al verse perjudicada, la actriz decidió demandar a la compañía por incumplimiento de su contrato.
Johansson, que presentó la querella en un tribunal de Los Ángeles, apuntó que Marvel se había comprometido a que el lanzamiento sea exclusivamente en los cines. “Disney era muy consciente de esta promesa, pero aún así dio instrucciones a Marvel para violar el arreglo”, sostiene en el documento que presentó a la Justicia.
Luego, añadió: “La empresa intencionadamente indujo el incumplimiento de contrato de Marvel, sin justificación, con el objetivo de impedir que obtuviera los beneficios totales del acuerdo”.
Black Widow es la única cinta que se estrenó del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) durante la pandemia. Se trata de una producción muy esperada porque marca la despedida de Scarlett como Natasha Romanoff, la heroína que interpretó durante más de una década en la exitosa franquicia de superhéroes.
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Esta historia, que explora el pasado de una de las Avengers, logró 80 millones de dólares en su fin de semana de estreno en las salas de Estados Unidos y Canadá, una cifra que le permitió ser el mejor lanzamiento desde marzo del 2020. Además, consiguió 78 millones de dólares en el mercado internacional.
En un gesto inusual, Disney detalló que había conseguido 60 millones más por ventas en la plataforma Disney+ en su primer fin de semana -los suscriptores tuvieron que pagar un extra de 30 dólares para poder ver la película por streaming-.
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Según aportó John Berlinski, uno de los abogados de la actriz, esta demanda podría marcar tendencia en la industria del cine. El letrado considera que los actores y productores deberán luchar para que el crecimientos de las plataformas digitales no se produzca a sus expensas.
