Mariano Peluffo, amigo y compañero de trabajo de Julieta Prandi, declaró la causa de abuso sexual y violencia que la modelo le inició a su exmarido, Claudio Contardi.
Este miércoles, el conductor se presentó en el Tribunal Oral N° 2 de Campana, donde dio detalles de situaciones y habló sobre el peor momento que vivió la modelo con su expareja.
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Qué dijo Mariano Peluffo en su declaración
Previo a su declaración, Mariano Peluffo habló con los medios que estaban en la puerta del tribunal de Campana y aseguró que fueron “unos años muy difíciles”.
En el recinto, el conductor recordó una serie de episodios que le llamaron la atención y reparó en uno previo a la separación.
“En el verano de 2019 teníamos que hacer un evento en Pinamar. Ella no llegaba, cayó en un remis. Dijo que se tenía que volver. Estaba visiblemente angustiada y muy nerviosa”, sostuvo. Y enfatizó: “Me pareció una locura. Una ruta, un remis, que te espere 4 horas y volver de noche. Me empezó a describir una situación compleja en la que ella quería volver a la casa, necesitaba volver a la casa”.
En ese sentido, destacó que Prandi siempre utilizaba remises o que la llevaba y la traía su exmarido.
Acto seguido, señaló: “Poco tiempo después del evento tomó la definición de irse de la casa. Ella me dijo que se acababa de ir con lo puesto, con los chicos y con la plata que encontró”.
Al año siguiente empezaron un programa de radio y ella se fue a hacer una obra de teatro a Carlos Paz, Córdoba. “La gran novedad fue que aprendió a manejar. Hicimos una celebración en broma”, remarcó dando cuenta de cómo cambió tras separarse de Contardi.
También señaló que compartían mucho tiempo de trabajo y que llegó a verla “muy ajustada con el dinero”. “Julieta se hacía cargo de todo: el colegio, la prepaga, llenar la heladera. Todo”, aseguró. Y reveló: “Le traía momentos de angustia, de no poder seguir sumando horas de trabajo porque tenía que hacer de mamá y estar con los chicos”.
Sin embargo, recordó: “La etapa de angustia más grave fue cuando los chicos empezaron a no querer vincularse más con su papá”. “Julieta lo contaba con mucha angustia en algún café. Era ir entendiendo de qué iba. Nosotros tratábamos de contenerla, de que esté tranquila”, añadió.
También señaló que muchos de los problemas estallaban cuando ella estaba al aire. “Siempre era en ese horario, cuando ella trabajaba. Daba la sensación de que todo pasaba de 14 a 17, lo que hacía que esa angustia la sintiera el doble”, dijo.
Peluffo admitió que no podía creer las cosas que vivió su amiga. “Eran situaciones con mucha carga de violencia. Es impensado que Julieta hiciera una falsa denuncia sobre este tema”, sentenció.
